Capitulo 4. Enfado sobre enfado.

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Vale, creo que algo así era lo que quería porque no deja de sonreír y me esta empezando a poner nerviosa.

-No, no es una apuesta..simplemente es fácil que veas que ni me agradas ni me das miedo. - dijo desviando la mirada

-Eso solo lo averiguaremos através de una apuesta, así es más interesante. -dijo con media sonrisa de lado.

-No es más interesante. Y no hay nada más que hablar. Me vuelvo a casa – me detiene.

-Que manía tienes en dejar a la gente hablando sola – dice borrando la sonrisa de su cara.

Parece que he dado con la clave.

-No dejo a la gente hablando sola, doy la conversacion por zanjada, porque no hay nada más que hablar. ¿No puedes entenderlo? O más bien ¿No entiendes que haya chicas que sean capaces de decirte que no, y pasar de ti? - digo y frunce el ceño, sí, eso le daño su ego. - Admitelo, no eres ni la mitad de lo que una mujer puede buscar en un hombre.

Al ver que él es ahora el que se gira en dirección a su moto sin decir una palabra entiendo que las verdades parecen doler, pero no me arrepiento de haberle dicho lo que mucha gente piensa y nadie le dice. A ver si así por lo menos deja de intentar algo imposible.

(...)

Me hago algo rápido para comer ya que no tengo mucho tiempo, es tarde y tengo clases en breves..

Jaime aún no me ha hablado, y realmente yo no iba a hacerlo, ya que a parte de que no confió en mi, tampoco él hizo nada al respecto. Además quería darle su espacio, tampoco quiero agobiarlo.

Otro día más que voy a llegar a clase tarde.. mierda, mierda, mierda.. No se como me las apaño. Al parecer no llego tan mal, las puertas siguen abiertas y la profesora aún no ha llegado. Hay mucho jaleo y más gente de la normal.. Diviso a mis amigas sentadas separadas, supongo que no había lado para que se sentaran juntas o simplemente no les gustaba los lugares que había libres. Entre los pocos huecos que quedan me siento en la silla que da al pasillo de la clase, donde los profesores para explicar suben y bajan constantemente. Nadie quiere sentarse ahi porque todas las preguntas se dirigen a la gente que se sienta ahí.

La profesora entra, y yo preparo mi móvil para usarlo, ya que esta clase es una de las más aburridas que tengo. Desconecto enseguida y a los pocos minutos tocan a la puerta y entra.. ¿Hugo? ¿Que hace Hugo aquí?

Por lo poco que entiendo a la profesora, nos va a daar una charla acerca de su experiencia en Proyecto Hombre (Institución para adictos) ayudando a la gente que allí se hallaba. Intento calmarme un poco, pero el hecho de que él parece que explica para mi y que de vez en cuando me dedica un par de sonrisas y se acerca hacia donde estoy. Mierda, mierda, mierda.. no puedo evitar mirarlo y sonreír ampliamente, hasta que alguien levanta su mano para pronunciar una pregunta. Quien iba a ser.. Alex el impertinente.

-Si, digame -. Dice Hugo cortesmente

-¿Y usted de tanto ver a gente que es adicta a algo no es ha vuelto adicto a nada? - dice juntando sus manos

-No, la verdad es que no, a no ser que hacer deporte y entrenar a chicas guapas.. -dice dirigiendome una mirada, por lo que me sonrojo enseguida y Alex se da cuenta de ello-, cuente como tal.

Giro mi cabeza en busca de las miradas de complicidad de mis amigas, pero solo me topo con la de Alex que me mira con sus ojos grandes y azules, de una manera muy penetrante pero con un estilo que aún no había visto reflejada en su cara.

La charla acaba rápido, y con ella las horas de clase, en diez minutos acabo la clase de Derecho Administrativo.

*Bip Bip*

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