Capítulo 5: Viejos Amigos.

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(Retomando en el anterior capítulo...)

Menthys ve al maestro Suminoe, y justo antes de que ella hable, Suminoe la interrumpe.
-¿Qué te trae por aquí Menthys?- dice el maestro majestuosamente.

Menthys lo mira con asombro, veía al gran maestro de todo Andros, vestido como siempre, tenía una bata larga negra, le llegaba hasta los zapatos haciendo que éstos desaparezcan, tenía una cabellera blanca como la nieve, lasia y suave como la seda que le llegaba a la espalda, una barbilla similar al cabello, trenzada de manera perfecta, con cada detalle, las líneas que dividen cada trozo de trenza lo representaban como a un maestro elemental de Andros, al más poderoso de los maestros, pero también contaba con un conjunto de quince cabellos de color castaño que distinguían su pasado, algo que llevaría consigo, pues como todo ser en Andros contaba con una vida ajetreada pero el maestro era muy conservado en ese aspecto.

-Me tomará tiempo explicarle.- aclara Menthys.
-Entonces pasa, lo hablamos bien.- responde Suminoe.

Diciendo esto, Suminoe y Menthys empiezan a caminar sobre un sendero de rocas, el sendero que inicia desde el gran portón, que conlleva al jardín "Sol & Luna" y más allá lleva al edificio central del Templo, el corazón de Chon-Ji.
El sendero de rocas cuenta con pastizales enormes donde se pueden apreciar edificios a lo lejos de éste, la inmensidad del Templo se ve con su lejanía, del lado izquierdo se pueden ver fuentes y esculturas alucivas a animales únicos en el País de Ponam, del lado derecho se observan animales y plantas de cada planeta del sistema solar de Andros, el sendero principal se divide en distintos caminos que llevan a los diferentes edificios o bloques del templo, cada camino tiene una característica que los diferencia de los demás, por ejemplo, uno que a sus costados poseía un par de pequeños riachuelos que lo cubrían casi por completo, en otro de estos caminos se podían observar símbolos hechos con lava, el sendero principal esta divido en dos partes, la parte Sol, donde se encuentran todos los animales y plantas diurnas, la parte Luna, decorada con contrastes oscuros, ahí se ven los animales y las plantas nocturnas.
Juntos crean un jardín extraordinario pues animales de la luna y del sol se pasean al mismo tiempo, haciendo de éste templo el lugar de las dos vidas.

Suminoe y Menthys se adentran al templo, el maestro cruza los brazos hacia atrás, caminando con seguridad, Menthys justo al lado de él. Los pasillos de piedras armaban de lado a lado cada sendero, al fondo se veía el arcoiris formado por el agua que caía justo al lado de un gran lago, se oía el cantar de los pájaros y la paz que resguardaba Chon-Ji, las paredes rocosas suavemente pulidas, los edificios que se dividían en el templo, cada uno con distintas funciones.
En cada esquina un guardia, firme y sin movimiento alguno, las enredaderas de flores blancas, rosas, y naranjas adornaban el lugar, se lograba ver un árbol gigante al fondo, aquel árbol estaba cargado de aves, alto, tan alto que casi alcanza el edificio más grande que conformaba el templo, un lugar espléndido.

-Dime Menthys, no hay un ejército en el cuál tú luches, en el cuál todos luchen...- afirma el maestro mientras pasa el listón que caía de su bata derecha al lado contrario, continúa.-...El ejército de los dioses ahora no es de utilidad, no nos sirven si son como estatuas.- finaliza Suminoe.

-Maestro, yo crecí aquí, sé que usted puede ayudar, puede entrenar a grandes guerreros que le harán frente al problema y con suerte la paz regresa - dice Menthys mientras tomaba un dulce que se encontraba justo en frente de ella, en un recipiente de cristal.

-¡Y de dónde tomaremos a los guerreros! Aún no cuentas con ningún hombre capaz de luchar por la galaxia.- dice el maestro con tono desesperanzado.

-Maestro...- respira y continúa -...Por eso mismo estoy aquí, porque usted es la persona indicada para ayudarme en esto.- finaliza con una voz tranquila.

Suminoe se detiene, y dice -No lo sé... No sé la verdad - se resigna Suminoe.

-Maestro, así como mi padre un día buscó a su padre por todos los rincones de la galaxia, así lo buscamos nosotros los emperadores, así como su padre fue solicitado para defender su planeta, nosotros hoy solicitamos a su hijo para defender todo Andros - concluye Menthys con su voz clara y firme.

Suminoe recapacita éstas últimas palabras y pregunta...
-¿Tienen algo planeado?

-Hemos hecho una reunión, donde ingeniamos el "Proyecto Norte"...- responde Menthys, hace una pausa y continúa.-...Resumiendo, el proyecto trata de criar guerreros desde niños, y si es posible, desde bebés, les daremos un hogar, una familia y una educación, cuando manejen su cuerpo, les enseñaremos a luchar, en un Arte Marcial, la que ellos elijan, también les...-

-Espera.- Suminoe la interrumpe, continúa. -¿Todos ustedes se han vuelto locos?- pregunta de una manera preocupante.

-¿Dije algo malo?- termina confundida.

-¿Todo Andros se consume en Anarquía y ustedes planean fundar un orfanato?- dice Suminoe dejando sin palabras a Menthys, así que Suminoe continúa -Los Vandír se han rebelado sólo horas después de la muerte de los dioses, invadieron cinco Cuarteles Delphinianos, pueden atacar cualquier planeta angelical cuando les plazca.-

-Maestro nosotros...- Menthys lo interrumpe y dice.-...Tenemos asegurado todas las defensas en Andros, los Vandír no podrán...-

-¡Son millones!- interrumpe Suminoe alzando su voz, se calma y continúa -Son millones Menthys, millones de suicidas desquiciados y están por todo Andros, ninguna defensa es segura y no son los únicos, muchas otras sectas se han rebelado, países enteros, ¿Acaso la vanidad y poder les ha cegado a todos ustedes?- termina Suminoe.

Menthys se queda callada y con un rostro de asombro, segundos después Suminoe habla...
-Meredy, más que una aprendiz, eres la única familia que tengo, mi padre siempre te vió cómo a una hija, cuando te fuiste a cumplir con tu herencia, supe que todo había cambiado, que ya no eras la misma. Los dos hemos cambiado, ahora nuestra sabiduría se refleja en lo que hemos hecho, asesine a mi tío para reclamar el templo de mi padre y tu has entrenado cómo ermitaña, te volviste uno con el aire, y abandonaste tu mortalidad para volverte Emperatriz, has cambiado Meredy, para después venir a pedirme un favor tan suicida cómo éste.- finaliza Suminoe.

-No he dicho nada malo, nunca lo he ofendido desde que llegué maestro - se extraña Menthys.

-No tienes necesidad de ser formal conmigo, no sabes lo aburrido que estoy de tanta formalidad.- responde Suminoe algo grosero.

-Hace más de diez años, nadie me ha llamado por mi verdadero nombre, y cuando tú lo haces, ¿es para decirme que soy egocéntrica?- dice Menthys.

-El proyecto. ¿Se supone que usarán mi templo para criar niños, verdad?- cuestiona Suminoe mientras empieza a alimentar pajaros que corretean por el cesped.

-Es lo que he querido decirte, criarlos y entrenarlos.- responde Menthys mientras lo ve distrayendose.

Suminoe se queda inmóvil...
-No cuentes conmigo.- dice con sequedad.

Los ojos de Menthys se tornan aguados por las lágrimas que intentan salir...
-Todo Andros te necesita, si quieres cambiar de opción, sabes donde buscarme.- diciendo esto, Menthys pronuncia unas palabras que la hacen desaparecer en una corriente de aire.

Imagination I: La Caída de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora