Imagination I: La Caída de los Dioses

capítulo 8: Familia Tatsumakghi.

La Batalla de los Mudos, uno de los muchos conflictos que La Orden y el Decágono de Emperadores archivaron, escondieron e incluso destruyeron todo tipo de evidencia. Era el año 3997, los Vandír amenazaron con un ataque masivo al Palacio de los Cantos, pedían la destitución de quince presidentes corruptos en Aurum, de no ser así, los Vandír iban a atacar con un arma letal.
La Orden se negó rotundamente y llevaron a sólo cuatro emperadores a resguardar el solitario Palacio de los Cantos, no lo veían como un ataque mayor, puede ser la elección más errada por parte de La Orden, tanto así que se archivó.
Los Vandír habían llegado, eran doce bloques, cada uno con dos mil guerreros, los emperadores quedaron inmóviles al ver que todos, no había un solo Vandír que pasara de 7 años, eran niños, la mayoría de 7 y 6 años, niños con armas de corto y largo alcance, niños incluso con bombas en su cuerpo.
Ningún Vandír se rindió ese día, nadie pisó el Palacio, todos murieron a manos de cuatro emperadores, La Orden acertó en que no era un ataque mayor, era peor, un ataque a la consciencia, a la moral.
Nunca fue una batalla, fue una masacre, pero aún así, lo tomaron como victoria.
Nunca se supo quienes fueron estos cuatro emperadores, solo se sabe, que fue una marca peor que la muerte.
Amanda recordó este suceso y decidió tomar venganza de la misma manera, crear un Proyecto asemejado al Proyecto Zaur, pero más factible, criar Andronianos, no máquinas, forjar seres invencibles, no insensibles.

(Planeta Pangea, Aldea Onill, Primero de Élem del 4000)

Está amaneciendo, el sol tocaba hasta los rincones más escondidos; la naturaleza era sumamente perfecta, abundantes cosechas se apreciaban personas sin duda alguna ricas al contar con una tierra fértil, ahí se encontraba Ponam. Onill era una de sus principales ciudades y se dividía en tres aldeas.

Los ríos no dejaban de correr, a lo lejos una cordillera, al lado de la misma una aldea; las personas que ahí habitaban eran gente humilde, llena de gracia y todos compartiendo una misma unión, "Onill" era el nombre de la aldea, al igual que su ciudad, era una de las aldeas más importantes debido a sus tierras fértiles y a personas trabajadoras. En esta aldea, las casas eran sencillas y hechas a mano por los habitantes, donde podía vivir una familia de cuatro integrantes.

En este dia, se escuchan los gritos desesperados de una futura madre en una de las casas. Acostada en un lecho de hojas, una mujer agonizando sostenía la mano de su esposo con fuerza mientras al frente observa a una mujer dándole órdenes y calmándola, el ajetreo dura más de media hora. Finalmente, nace un nuevo bebé en la aldea.
La mujer le entrega el recién nacido a su madre, el padre lo ve y alcanza a caer una lágrima por su orgulloso rostro.

-Zenjhi, mi pequeño Zenjhi.- dice la madre muy cansada pero aún con fuerzas para hablar.

-¿Zenjhi?- pregunta el padre.

-El tacto del aire que acaricia la tierra, da inicio a una nueva esperanza en la galaxia, este acto se llama Zenjhi.- aclara la madre con voz pausada.

El hombre asimila lo que ha dicho su mujer, quedando sorprendido -Así se llamará entonces, querida.- halaga el padre mientras mira al bebé.

-Es un hermoso varón sin lugar a dudas.- dice la mujer limpiándose las manos con un trapo.

-Hermoso, igual que su madre.- halaga el padre sonriéndole a la mujer.

-Sus padres harán un buen trabajo y cuidaran siempre de él.- dice la madre acariciando al recién nacido.

-Así será.- respondió el padre que también acariciaba al pequeño y lo miraba de una manera paternal.

La dicha es interrumpida cuando escuchan que los aldeanos empiezan a gritar, el padre sale inmediatamente, después de él sale la madre con su hijo en manos, veían la gente asustada mirando el cielo, eran destellos de luz, que blanquearon el cielo azul. Todo Pangea tembló, así mismo el resto de planetas, un sonido grave y estruendoso arrazó a Ponam. La onda de sonido hizo volar algunos techos de la Aldea y los árboles se agitaban desmesuradamente, varios se desprendían de la tierra.
La noticia era clara, solo existía un porqué a esta reacción interplanetaria, La Orden había caído, minutos después del nacimiento de un inocente androniano en Onill.