PARTE 1: PRELUDIO Y BIENVENIDA.

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Capítulo 1: La Gran Guerra del Día Eterno.

El Palacio Réquiem, de los cientos de palacios que existen en el sistema solar de Andros, éste Palacio es el más importante, su estructura la podemos asemejar a la griega, pero ochocientas veces más grande, pues en realidad, éste Palacio se conforma por más de treinta torres agrupadas, la torre más grande con una altura de más de dos mil metros, tres veces la altura del edificio Burj Khalifa en el planeta tierra. El palacio esta en su mayoria cubierto en Aurani, un mineral único en Andros que se obtiene extrayendolo de otro mineral llamado Auranium, se asemeja al oro, aunque más brillante que este. El Palacio contiene más de mil doscientas recamaras, cerca de cien salones y mil cien pasillos aproximadamente, en resumen, exageradamente perfecto, un dato más, en el Palacio sólo viven cuatro personas, los tres dioses de Andros y la mano derecha de los dioses, el sacerdote Lucio Bahenberg, nadie más puede acceder al Palacio, en las murallas del Réquiem los dioses eran protegidos por cerca de doce mil caballeros del Legio Réquiem, el ejército más grande y poderoso de todo Andros, eran caballeros de armadura de Aurani, con hojas afiladas completamente y escudos intactos, más que Andronianos, estos caballeros murieron una vez, y sus vidas fueron de guerreros sabios e innatos, los tres dioses les otorgan una vida eterna a dichos guerreros después de su muerte, sólo si estos se unen al Legio Réquiem.
Ya sabiendo esto, hablemos de los dioses de Andros, también conocidos como La Orden...

Odisti, el dios Mineriano, el dios de la bondad e inteligencia. Hiustusamo, el dios Delphiniano, dios del amor y la paz, por último Belfegor, dios del equilibrio, el dios de dos caras, el dios Darkano.
Cabe resaltar que a los Minerianos se les llama Andronianos, pues no sufrieron ninguna evolución, a los Darkanos se les apoda Demonios, y los Delphinianos se conocen también como Angeles, son sinonimos algo vulgares pero comúnes.
La Orden gobierna sobre los diez planetas de Andros, aprueban nuevas leyes del Probatorem, un conjunto de sabios que forjan leyes para la convivencia de Andros. También los dioses mantienen al margen a toda banda criminal galáctica, poseen un poder estratosférico, este poder acabaría con todo enemigo en la galaxia, solo otro dios podría hacerle frente, o solo un ser con dicho poder celestial.

Los dioses sólo conviven entre ellos y con el Sacerdote, pues la confianza que presta un dios a otro ser inferior, causa el fenómeno de "Misericordia" esto hace que el dios, al entrar en confianza con el ser inferior, ese poder estratosférico del dios desaparece, pues el dios tiene Misericordia de dicho ser, si la confianza es mucha, el dios puede llegar a ser hasta menos poderoso que el ser inferior, este fenómeno sólo ocurre con seres inferiores al dios, osea que los poderes que poseen los dioses son inmunes a sus seres queridos.
Esto deben saberlo pues este es el punto clave en la muerte de La Orden...

(Planeta Estrella, Palacio Réquiem, Primero de Élem del 4000)

El sacerdote Lucio camina a pasos largos hacia una de las recamaras de Hiustusamo, se le ve a Lucio muy agitado y algo emocionado, parece que entre sus batas lleva oculta una daga...
Ya Lucio se encuentra en frente del portón, antes de tocar, lanza un largo suspiro...

-Mi dios, ¿me permite usted el paso? - dice Lucio con voz clara, mientras toca el portón de la recamara.

-Claro Lucio.- le responde Hiustusamo con una voz cálida y armónica, continúa. -No tienes que ser tan gentil, ya hablamos de esto.-finaliza Hiustusamo. Lucio ve a Hiustusamo sentado frente a un gran ventanal, admirando la vista del bello planeta Maximum Deorum. Luce una bata dorada que llega al suelo.

-Si señor, lo tendré en cuenta, perdone.- dice Lucio mientras se acerca al dios con pasos cortos, continúa. -La reunión de inicio de año se aplaza dos horas.- finaliza Lucio.

-Que calamidad, cuanto más se demoren, tendremos que reorganizar todo.- se lamenta Hiustusamo que no ha volteado a ver a Lucio, parece estar hipnotizado por el paisaje, ya Lucio se encuentra justo al hombro del dios Delphiniano.

-¿No es hermoso?- se cuestiona Hiustusamo.- el hecho de que este planeta sea tan hermoso, que pueda otorgarle luz a los nueve planetas, es lo más bello que he visto.- dice Hiustusamo después de meditar un tiempo.

-Si señor, es una maravilla.- casi susurrando afirma Lucio, sostiene la daga justo atrás del hombro de Hiustusamo.

Hiustusamo lanza un leve gemido al sentir un profundo dolor, y cuando éste se ha dado cuenta que ha sido traicionado, ya tiene en su cuerpo seis perforaciones, el Dios se desploma, ya en el suelo, Lucio le apuñala almenos unas diez veces y en ningún momento el Dios ha expresado señal de dolor, la sangre es roja, esto demuestra que no era más que un Androniano, los ojos de Hiustusamo se van cerrando lentamente, mientras mira a su victimario, Lucio termina de apuñalarlo y guarda la daga, en el suelo carga el cuerpo delirando del dios aún agonizando, lo abraza y lanza un grito de lamento y frustración.
El grito logra escucharlo Odisti, pero no Belfegor, pues este se encontraba en la torre más alta del Palacio.
Odisti muy enojado entra a la recamara...

-¡Un estruendoso grito acaba de interrumpir mi...- la voz de Odisti se corta instantáneamente cuando ve la trágica escena.

-¡Que es esto!- exclama Odisti muy desorientado. Su rostro expresa miedo, sorpresa y melancolía.

-Belfegor, siempre ha sido él, siempre supe que su lado oscuro iba a despertar.- habla Lucio muy entrecortado mientras llora.

-Quédate con él, regreso en un momento.- dice Odisti con un rostro serio y una voz baja, grave.
Justo en el momento en el que Odisti sale de la recamara, Lucio suelta el cuerpo agonizando y se sienta donde antes estaba el Dios caído.

-Oye Hiustie, no estabas tan equivocado, en realidad es muy hermosa esta vista.- habla Lucio al aire, con una voz segura de sí mismo, continúa. -Todo esto, tanta perfección, tanto lujo y ego, se ha consumido todo en este planeta, hemos confundido la vanidad con felicidad y nunca nos dimos cuenta que el verdadero paraíso, el que un día anhelábamos poseer, lo teníamos a nuestros pies, lo perdimos justo en el momento de anhelarlo.- finaliza Lucio, se levanta del trono y sale de la recamara.

Afuera del Palacio rondan los mismos doce mil caballeros, han pasado 10 minutos después del grito desesperante de Lucio, se ve desde el cielo dos cuerpos en caída, a la velocidad más allá del sonido, estos cuerpos impactan en uno de los jardínes del Palacio, el impacto lanzó ondas que resonaron en todo el Réquiem, las paredes de éste hicieron que el impacto rebotára por todos lados, generando un estruendoso sonido asemejado a unas trompetas, éste sonido se expandió por todo el sistema solar, se escuchó hasta en los rincones más oscuros de Andros.

Los dioses Belfegor y Odisti han caído desde la torre más alta del Palacio, los caballeros se adentran al Palacio pues saben que sucedió algo muy malo, no pueden creer lo que están presenciando, una luz cegadora sale del pecho de los tres dioses y se dispara al cielo, señalando la muerte de éstos.
Lucio abre un portal interplanetario y escapa del lugar, el portal lo lleva a otro planeta de Andros, y se encuentra con uno de sus aliados, Shouja Sanso.
Todo ser y criatura de la galaxia se ha paralizado, unos lo señalan cómo algo que era inminente, otros simplemente dicen "Ha iniciado la extinción de todo Andros"

Da comienzo la crisis galáctica, inicia una guerra que nadie se imaginó real, este día, toda la galaxia sintió como si los segundos fueran años después de la muerte de los dioses, vivieron el día más largo de la galaxia, y todo esto da inicio a la Gran Guerra del Día Eterno.

Imagination I: La Caída de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora