Capítulo 1: Un encuentro inevitable.

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Me pregunto ¿cuanto tiempo ha pasado desde aquello?
Aún recuerdo la cálida sonrisa de aquella mujer que solía llamarse a sí misma bruja ante todas mis preguntas. Realmente no estoy segura que me obligo a internarme en el bosque o el porqué de nuestro encuentro.

Los días transcurrían lentamente en lo que parecía un eterno agosto, aunque en ese tiempo realmente no me parecía aburrido o desagradable, solía disfrutar la calurosa bruma de verano con la belleza de este mundo ante los ojos de un niño lleno de ilusión. En aquel caluroso día de verano fue el día en que la conocí, si me preguntaran el porque me adentre en el "tenebroso" bosque la respuesta seria un rotundo "No lose" solo sentía que algo en el me llamaba, a pesar de las advertencias de los adultos y las historias de los pequeños, tal vez era el desconocimiento del temor real, aquel temor que vive en el corazón de cualquier ser humano y pese a lo que se cree aumenta al momento de crecer, después de todo un niño tiene un miedo temporal, la obscuridad, los monstruos, las historias de miedo, las arañas o algún fantasma esos son los temores más comunes de los infantes pero que suelen desaparecer ante la presencia de la luz, algún juguete al que se le confiere una ilusión de protección, algún adulto que reconforte al menor o incluso algún amuleto u oración, sin embargo eso solo es producto de los mayores quienes alimentan y utilizan ese miedo para controlarlos. A mí en cambio me parecía emocionante esa situación, mi mente volaba pensando en cada una de las historias de mis amigos o cualquiera que tuviera alguna historia fantástica.

Al borde de aquel bosque maldito las voces de mis compañeros de juego resonaba con temor, en voz baja convirtiéndose en una especie de murmullos, como si pudieran ser reprendidos por algo al escucharlos "una bruja aterradora vive en aquel bosque" una voz se alzó entre la multitud de murmullos siendo acompañada por la mirada de todos como una invitación para hablar de aquel tabú "es un demonio que rapta a los niños para devorarlos" y así uno a uno los relatos comenzaron, sobre una mansión en el fondo del bosque, el cual era habitado por una mujer bastante horrible, una bruja que carecía de ojos y cualquiera que cayera en sus dominios era arrebatado de su luz incapaz de volver a ver, esta supuesta bruja poseía un demonio como su sirviente quien se encargaba de torturar a los incautos que caían en ese lugar, también era comentado que varios niños del orfanato eran raptados de éste, llevados ante la bruja como sacrificios, su ejército de monstruos y creaturas amorfas rondaban por el bosque así como lobos, osos e incluso algunos ogros pero lo más aterrador era la cerca que rodeaba la mansión de esta sádica mujer, estaba pintada de color carmesí y adornada con los cadáveres de niños delimitando así sus dominios.

Sus palabras resonaron en mi mente mientras mi mirada se perdía recorriendo el bosque fantástico, deseaba entrar en ese lugar sintiendo que algo me invitaba a entrar, una mezcla de terror y emoción crecía en mí, nuevamente no sabría explicar el porqué de ese deseo... Tal vez por la incertidumbre, el querer conocer a la bruja que se encontraba en soledad o simplemente por ser una niña pequeña.

Al marcharnos no pude evitar dar una última mirada al bosque, el sol empezaba a caer y la suave brisa del verano trajo consigo una débil voz que provenía del interior de este, una canción, apenas entendibles algunas palabras. Ese día no pude evitar pensar en aquel lugar mientras mi mente hacia todo tipo de ideas fantásticas como cualquier niño, pero si aquella bruja realmente existía podría llegar al país de las maravillas, con esto en mente era imposible acatar las advertencias y antes de notarlo fui arrastrada por mis pensamientos al bosque, realmente mis raciones para actuar eran de lo más infantil así como mi meta. No creía que aquella bruja fuese el abominable ser que describían.

El sueño escapo fugazmente de mi dando paso a la búsqueda de un nombre para la bruja con la que estaba decidida a encontrarme y a la cual apode cariñosamente como Beatrice la bruja de un antiguo cuento que había escuchado por parte de mi madre.

Tres años a tu lado y una vida recordando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora