Capítulo 3: un vistazo a su mundo.

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Una cálida canción, una dulce sonrisa, el suave olor a té de rosas y la refrescante brisa del viento son cosas que guardo con un cariño inmensurable en mi memoria, aquellos días que parecían eternos e imperturbables ahora solo existen en mi memoria como un registro de lo que viví.

Fue durante uno de aquellos días tranquilos de verano cuando ella me relato la historia que les presentaré a continuación, ese día disfrutábamos la merienda en el jardín como acostumbrábamos, durante los primeros seis meses fue muy rara la ocasión en la que se me permitió entrar al interior de la mansión debido a los objetos que poseía y a mi inexperiencia ante este nuevo mundo. La merienda consistía de un delicioso té de rosas y algunos postres que solía preparar la hermana mayor de Kanon, Shannon era una chica joven de 18 años, pequeña y menuda, poseía unos hermosos ojos azules, un cabello castaño y corto, vestía casi siempre su uniforme que consistía en un vestido de la servidumbre, una boina blanca y medias blancas con el bordado de unas alas.

El viento soplaba tranquilamente, la bruja mantenía el rostro cabizbajo "observando" o al menos eso aparentaba fijamente a la taza que sostenía con su mano, lanzo un pequeño suspiro al aire antes de dar un pequeño sorbo a su taza y dejarla nuevamente sobre el pequeño plato solo para darle algunas vueltas a la taza con su dedo índice.

-Annya ¿quieres escuchar una historia?

Su voz era tranquila y dulce como casi siempre pero no parecía que fuese un cuento tradicional, estaba desconcertada por lo que pudiese salir de los labios de una bruja, ella seguía girando la taza en espera de mi respuesta.

-Mi señora sus modales.

Aparte la mirada de aquel suceso, y busque al dueño de aquella voz encontrando así al terrible demonio y el más viejo sirviente de Naomi, Ronove era un hombre algo mayor vestido con un excelente traje, y poseía el grabado de alas en la manga izquierda de la chaqueta, también tenía un monóculo y un peculiar aspecto para uno de los grandes demonios de los 72 pilares, Naomi dio un suspiro antes de beber nuevamente ignorando las palabras de este.

-¿qué dices Annya?

Asentí con la cabeza antes de tragar saliva, en ese tiempo aquellas palabras me habían producido cierto nerviosismo irracional y una emoción sumamente grande, después de todo que pequeño no se emociona con una historia y el provenir de una bruja aumentaba mi exaltación.

-bien entonces lo mejor será comenzar.

La bruja acomodó suavemente un mechón de su cabello detrás de su oreja antes de iniciar, parecía buscar las palabras correctas para usar.

-¿sabes lo que es escuchar un corazón?

Negué con la cabeza sintiéndome algo torpe por hacerlo nuevamente, ella carecía de la vista y mantuvo los ojos cerrados en todo momento sin embargo prosiguió.

-veamos...

Un agradable viento sopló casi al instante mientras mantenía la "vista" sobre la pequeña taza, ella abrió los ojos un poco mostrando un leve rastro de tristeza y melancolía, eso era lo único que trasmitían aquellos ojos muertos, un enigma por descubrir y un gran dolor que encerraba con ellos. Baje la mirada casi de inmediato mientras encogiéndome de hombros debo admitir que siempre desee verlos fijamente tratando de revelar el secreto, sin embargo la sola idea de manchar la sonrisa de Naomi me impedía continuar.

He de hacer una pequeña pausa en este relato para aclarar que he tomado una de las páginas de su diario donde tenía escrita esta historia bajo su puño y letra podría simplemente narrarla como me fue contada a mí pero omitiría algunas cosas y esto será un vistazo a la mente de mi querida bruja, un lugar sumamente extraño e incoherente, he sido dichosa de encontrar este y otros cuantos relatos dejados como mero registro de su existencia solitaria y desconocida para los humanos así que he decidido anexarla tal cual sin agregar ni una sola pizca mía conservando toda su esencia.

Tres años a tu lado y una vida recordando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora