05

933 151 22
                                    

Llegué con Alexander a la cima de una montaña.

Ahí, había un hombre que podría ayudarlo.

Un hombre ya retirado, George Washington.

Trabajó anteriormente con Alex, y por él logré conocerlo.

Sin George Washington no conocería a mi amado Alexander, le debía mucho.

Quería quedarme con él, pero el mayor me recomendó que descansara.

Le di un beso a Alex y volví a casa.

Oh, amor mío, estoy seguro que después estarás mejor.

Síndrome de cotard;; JamiltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora