Síndrome de cotard;; Jamilton

Epílogo

Mi querido, Alexander.

Perdoname por todas las cosas malas que te he hecho, y por las millones de cosas que no te he dejado en claro.

Me encantaría poder volver el tiempo atrás cuando solamente éramos tú y yo sin ninguna complicación.

Sabes, realmente creí que tú serías el amor de mi vida y me sacarías de esta depresión que yo ya había dada por terminada.

Y la verdad es que, si lo eres.

Pero soy yo el que debe salir de sus propios problemas. y todo lo que he hecho contigo estuvo muy mal, no te imaginas lo arrepentido que estoy.

Lo único que quiero decir antes de acabar con mi vida es, gracias.

Gracias por ser ese pequeño rayo de sol que iluminó mi vida y me sacó de la miseria.

Sabes, nunca me agradaron los niños. Pero al ver tu rostro de felicidad cuando adoptamos a nuestro pequeño Philip, olvidé todo eso y me preocupé en tú felicidad.

Perdón por no ser capaz de protegerlo, y otra vez, muchas gracias.

Gracias por quedarte a mi lado, por aguantar mi horrible carácter, por nunca dudar de mi palabra ni siquiera en la situación más crítica.

Gracias, por todo eso y más.

Ya han pasado 2 meses desde que nos separamos y Eliza te recibió en su hogar con los brazos abiertos.

Sabía que lo mío con James iba a ser algo pasajero, porque yo aún sigo pensando en ti como un tonto enamorado.

Siendo sincero, me molesta bastante el hecho de que nos hayamos separado.

Pero también, estoy feliz.

Estoy feliz por que encontraste a alguien más que puede hacer lo que yo no pude hacer, protegerte.

Estoy feliz por que con ese alguien más lograrás superar todo lo que estar conmigo te impedía.

Sé que serás capaz de superar todos tus problemas con el tiempo, sé que eres fuerte, Hamilton.

Y con mi conocimiento sobre eso, me podré ir de este mundo en paz y feliz.

Ojalá nunca encuentres alguien como yo.

Te amo, ahora y hasta el fin de los tiempos.

Siempre tuyo, Thomas.