08

858 144 11
                                    

De mi boca solamente lograban salir gritos y el llanto no lograba parar de mis ojos.

Washington conducía bastante rápido, vamos de vuelta a la ciudad.

Después de un rato llegamos a mi hogar, donde estaba mi Thomas afuera.

¡Lo extrañé mucho! Estaba feliz por verlo, pero no lograba transmitirlo.

Él me recibió con un beso, el que con problemas correspondí.

Oh, mi Thomas, por favor no sufras si me voy de este mundo.

Síndrome de cotard;; JamiltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora