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Sus ojos verduzcos me miraban fijamente y veía como empezaba a caminar a paso lento hacia mí.  Pero yo solo enfocaba a la chica junto a él y como por inercia, sin pensarlo dos veces, empecé a retroceder. Busqué a las chicas con la mirada y las encontré aún en la pista. Iba a caminar hacia ellas pero justo en ese momento me tomaron de la cintura y me hicieron voltear.

-¿Huyes de mí? -preguntó con una sonrisa coqueta.

Me concentré en apartar sus manos de mi cuerpo y a retroceder un paso.

-Oh! Hola..- fingí no haberlo visto. Que original.-Lo siento, no te había visto Ithan.

-Ya, claro. -sonrió un poco.-Mientes pésimo pero haré como si te creyera.-me guiñó un ojo.-¿Quieres tomar algo?-preguntó señalando la barra pero le mostré el trago que aún sostenía en mis manos.-O no.-rió nervioso.

-Además, no creo que a tu.. amiga le guste la soledad.-Que sutil resulté.  Traté de buscarla con la mirada, observando por encima de los hombros de Ithan pero no la vi.

-Si, bueno. Tampoco lo creo,  pero ya que está con su novia no creo que sea un problema.-aclaró mientras miraba hacia la pista de baile.

-¿Novia?

-Si, ¿Por qué?

-No nada.-Nisiquiera sé porqué me importa.

-Pensaste que era mi novia, ¿No?-se cruzó de brazos.

-Psst.. no.-bufé nerviosa.-Bueno un poco.- confesé.

-¿Celosa?- arqueó una ceja y me miraba divertido.

-Ya quisieras, cariño. -bajé la mirada a mi bebida y la tomé de un sorbo.

-¿Sabes qué no es agua, verdad?

-Gracias por el dato curioso,  pero no te lo pedí. -¿Por qué le hablé asi?

Le entregué el vaso vacío y salí del lugar.

"Tengo que irme. Tomaré un taxi, las veo mañana".

Teclee el mensaje a las chicas, y me dispuse a caminar en busca de un taxi.

-Sam!! -gritó alguien detrás de mí. Volteé y era Ithan.

-¿Qué?!- pregunté.  Sólo quiero mi cama, y dejar todo este drama al menos por un día.

-Te llevo.- dijo una vez que llegó a mi lado con la respiración agitada.- es muy tarde y no quiero que andes sola por ahí con cualquier idiota en un taxi.

-No es necesario.

-Si lo es.- insistió. - ya deja de ser tan terca y sube.- empezó a caminar hacia el parqueo y luego de unos segundos debatiendome si ir o no, lo seguí.

.....

Ninguno de los dos decía nada. Sumidos en un profundo silencio yo me limitaba a ver por la ventanilla. Ya le había indicado donde vivía así que no sabia que más decir. Sentía su mirada de vez en cuando sobre mí y yo lo miraba de reojo. Así fue todo el camino, hasta que por fin llegamos a la esquina que estaba antes de casa.

-Para!- le pedí mientras desabrochaba mi cinturón.

-¿Por qué? Aún no llegamos. Ya estamos cerca y..

-Te dije que pares.-lo interrumpí y por fin detuvo el auto. Iba a decir gracias y a salir de mi asiento pero su voz me detuvo..

-No quieres que Justin nos vea juntos.- Volteé a verlo y solo observaba el camino con el semblante neutro.- no entiendo el problema, no es como que estemos haciendo algo malo...- volteó a verme.- sólo te llevo a casa, Sam.

Llanto del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora