Tercera entrega de la saga "La primera Vez". Historia original, prohibido el plagio.
Una vida perfecta. Un amor incondicional. Juramento para toda la vida. Secretos bien ocultos.
¿Podrá una palabra romper con todo eso? ¿O el amor y el deseo serán m...
-Dije que no! Todo me va genial, tengo un buen empleo, estoy con Justin, tengo a mis hijas, y....- tomé aire aún sin necesitarlo. - y cada vez que el aparece pasa algo malo. No arriesgaré toda mi vida por un simple contrato o lo que sea que se le antoje.-dije finalmente refiriéndome a Ithan.- y si vas a seguir insistiendo, te voy a pedir por favor que te vayas. Tengo mucho trabajo.- ya me estaba alterando y me estaba mareando un poco.
-A que punto hemos llegado por Justin. Ya ni quieres ver a tu padre.-se hizo el dolido.
-No metas a Justin. Además, creí que te agradaba, después de todo es tu ahijado.- dije leyendo unos papeles o al menos fingiendo hacerlo.
Alguien tocó la puerta, y por el olor un tanto nauseabundo que inundo mis fosas nasales ya sé quien es. Después de decir pase! Ésta se abrió dejándome ver a Louise.
-Le traigo su café...
-Si.- dije sonriendo fingidamente. La verdad me siento mal por hacerlo traerme café todos los días a pesar de que no lo bebo. No me gusta. Y no puedo tomarlo, el café tiene un componente extraño que a los vampiros nos hace daño. Nos quema la garganta, provocandonos daños serios o incluso la muerte.
A los humanos les quema el alcohol y a nosotros el café.
Louise se retiró y volví mi vista a los papeles.
-Te espero esta noche a las 8 para cerrar el negocio.- dijo mi padre poniéndose de pié.
-No iré.
-Si lo harás.
-Te dije que no. Y si quieres cerrar algún negocio importante dile a una de mis hermanas, Melissa tiene un bufete de abogados éxitoso. Y Peyton tiene la cadena de hoteles, creo que eso es suficiente.
En los últimos años mis hermanas han logrado mucho éxito, con la muerte de los padres de mamá en aquel accidente automovilístico y el testamento del abuelo, nuestra familia se convirtió en una de las más poderosas del país. Que conste, nunca conocí a mis abuelos.
-A las 8 en ésta dirección. - me entregó un papel, el cual no recibí así que lo dejó sobre el escritorio.- Es un evento de gala así que ponte más hermosa.- dijo y antes de que pudiera negarme desapareció tras la puerta.
........
Bien iré, pero solo para decirles a los mismos socios en su cara que no me interesa el negocio. Ya que no puedo contar con mi padre para hacerlo.
Subí a mi habitación a tomar un baño. Llené la tina y agregué algunos aceites aromáticos para relajarme un poco antes de todo el caos que provocará mi padre cuando rechace la oferta de sus amigos. Las niñas están con Lehia, la empleada.
Luego de 30 minutos salí de la tina, me sequé y envolví mi cuerpo en la toalla. Empecé a maquillarme. Y Ondulé mi cabello.
Me coloqué un vestido rojo vino, un tanto revelador pero elegante y unas zapatillas del mismo color altas. Tomé un pequeño bolso pequeño negro, le envié un mensaje a Justin pero no lo respondió, tal vez está ocupado, como siempre últimamente.
Ignoré los pensamientos negativos que amenazaban con arrivar a mi cabeza y bajé a despedirme de las niñas.
Subí a mi auto y puse marcha a la dirección que dijo mi padre. En menos de 20 minutos ya estaba en el lugar. Era algo así como un salón de eventos privados, entré y lo que vi fue un gran pasillo con alfombrado rojo, de las paredes colgaban cuadros extraños, y del techo caían candelabros muy elegantes.
Seguí el camino hasta llegar a unas escaleras, empecé a bajar y me topé con un salón gigantesco lleno de personas, todo estaba bien de decorado, personas en trajes y vestidos elegantes caminaban por todo el lugar.
Bajé las escaleras y empecé a caminar echando un vistazo al lugar. Al fondo divisé a nada más y nada menos que a la zorra de Clara, solo que ahora era ¿Rubia? Estaba siendo fotografiada, por dos chicos. Llevaba un vestido negro strapple. Esto irá para largo.
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Puede cambiar todo lo que quiera pero la conozco demasiado.
