Memoria de recuerdos rotos

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Esta es una ciudad tenue marcada por la cotidianidad como muchas otras, pues las personas siempre quedan atrapadas en su rutina, pues eso es algo casi inevitable, pero esta historia no va de esto. Nuestra historia comienza con Tom, un hombre el cual camina perdido por una de las muchas calles de aquella ciudad, este hombre solo vaga por la ciudad con un dolor amargo en el pecho y una mente perdida en el pasado, perdida en sus recuerdos. Aquel día, igual que todos los días, aquel hombre recordaba el día que la conoció ¿Conoció a quién? se preguntarán, pues para saberlo, hay que volver en las memorias de Tom.

Es un día cualquiera y Tom estaba alegre en un bar del centro de la ciudad, allí compartía con ella, Eliza; una mujer hermosa de gran sonrisa y cálida compañía, Tom adoraba a Eliza y ella lo adoraba a él, ellos disfrutaban a diario de su vida, sabían que no había que caer en la rutina, siempre se esforzaban por no dejar al otro solo, ni que se sintieran abandonados, pues ellos siempre estarían juntos, así que jamás de los jamases habría porque sentirse solos. Así recuerda Tom, que ellos vivieron su vida entre diversión, momentos difíciles, peleas tontas y reconciliaciones pero siempre con el apoyo del otro, el recuerda que su vida juntos era maravillosa; recuerda cuando solían recostarse a discutir por horas los nombres de sus hijos, Tom aún tiene presente la sensación cuando sus manos se sostenían una a la otra, pero él no puede recordar lo que Eliza decía siempre al oído con tanta seguridad... Tom no lo recordaba.

Tom piensa en todos esos momentos hermosos que quedaron grabados en sus mentes y marcados en su piel, pensando en aquellos días cuando tenía a Eliza para cubrirla bajo la lluvia y reír mientras sus mejillas se sonrojaban haciendo que sus corazones latieran y latieran fuertemente. El recuerda con locura a la hermosa Eliza, cada momento con ella era mágico, tan lleno de color, ella era su mundo, su escape de la realidad que nos agobia a todos, Tom la recuerda y recuerda, pero no puede recordar lo que ella le decía al oído con aquel dulce tono... Él no lo recuerda.

A la mente de Tom llega un vacío recuerdo en el cual se encontraba cenando en unos viejos asientos, los cuales compartía con Eliza, él recuerda aquel horrible frío que sopló entre sus huesos, como si le fueran a quebrarse, y sucedió una y otra vez. Tom sí que recuerda aquel momento, cuando la ropa de Eliza se encontraba en el armario y el teléfono al frente de una ventana, pero lo que más recuerda es el miedo y los escalofríos que sentía cada vez que aquel teléfono sonaba, pero el horrible momento en que él contesta aquel teléfono por última vez, su corazón se detuvo al escuchar aquellas frías y demoledoras palabras de un doctor diciendo—: Hicimos lo posible, pero no resultó.

Tom recuerda que justo en ese momento cayó en cuenta de que Eliza, su amor, no volvería a casa, Tom interrumpe aquel doloroso recuerdo pensando qué es eso que Eliza le decía al oído con aquel fervor... pero nada él no lo recordaba.

De pronto otro violento recuerdo invade la mente de Tom, él lleva el ataúd de su amada con delicadeza dejándolo caer sobre lo que sería la tumba de Eliza, justo en el momento en donde la sepulta, recuerda un montón de gorriones blancos elevando a Eliza llevándola lejos, muy lejos de él, Tom aún siente la cruel daga del destino cortando, cada cuerda de su corazón, haciendo que el cayera arrodillado rezando, perdido en el dolor diciendo—: Solo le diste un día más para que dijera aquellas palabra que nunca me atreví a decir, la verdad no busco respuestas, pero dime ¿Por qué Dios? ¿Por qué la elegiste a ella?

Tom lleno de dolor tan sumergido en aquel recuerdo se pregunta aun con más duda y temor ¿qué era eso que Eliza le dijo por última vez al oído con aquella esperanza? Él al fin lo recordó, lo que Eliza dijo y él nunca le pudo decir fue—: Nuestro amor perdurará.

Tom después de tanto vagar en recuerdos, regresa a la realidad y se da cuenta de que está envejeciendo en miseria recriminándose el hecho de que en esas calles por donde vaga conoció a su gran amor, la cual aún perdura y es imposible de borrar, es el único momento lúcido de Tom, pues al instante que vuelva a caer en el recuerdo del día que conoció a Eliza, su gran amor, la única mujer que se quedó por siempre con su amor.

Si definitivamente es una triste historia que sucedió en algún lugar o tal vez no ¿Quién sabe?, pero la realidad es que es triste que muchas personas vivan perdidas.

"En memorias de recuerdos rotos".









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