Era yo un niño pequeño, con un grave problema de confianza, realmente era un niño tonto, influenciable y llorón; creo que era lo gordo que estaba o tal vez sería mi saltona voz, quizás era por aquella vez que me dijeron que si seguía siendo tan tosco jamás lograría nada... es tonto, pero realmente recuerdo el cómo era y me rió de mis actitudes. siempre recuerdo bien la vez que jugando béisbol de niño golpee la pelota por primera y única vez, claro recuerdo que en acto seguido igual quede fuera pues no sabía que en el béisbol tenía que correr hacia la base tras golpear la pelota, toda esa semana me sentí feliz porque, aunque todos se rieron cuando no corrí antes de eso en el justo momento que vi la pelota alejándose tras golpearla fue maravilloso.
Mi niñez estuvo llena de inseguridad y manías, sin embargo, no niego que hubo lindos momentos, como esa vez que fui a la graduación de mi prima, yo me arregle mucho ese día llevaba un trajecito que me hacía ver como un muñeco al menos eso me dijo mi abuelo y el no mentía. En fin cuando fui al acto de graduación al llegar ahí no quería bajar del auto, la razón era sencilla ahí junto a mi prima estaba una niña hermosa l era su amiga la cual no recuerdo su nombre, solo sé que me trataba muy bien, pero yo inseguro y gordo creí que se reiría de mi apariencia así que no quería bajar por nada del mundo del auto, lo gracioso es que termine bajando, bueno o me terminaron bajando mejor dicho, mi abuela literalmente me amarro a una silla y me hizo pasar el acto amarrado sentía que todos se reían de mí el gordito con apariencia de pingüino... todo esto hizo que me deprimiera como de costumbre, al momento que estaba a punto de llorar llego ella la chica linda de la cual les hable y me apretó los cachetes pidiéndome que no llorara porque iba hacer que ella llorara también, no pude llorar después de eso y mi cara de tonto perduro por todo un mes.
Raramente cuando le pregunte a mi prima con mucha pena por la chica linda no me pudo responder quien era, no teniendo elección lo deje así y poco a poco fui creciendo sin olvidar aquella anécdota. Un tiempo después tengo ya 11 sigo siendo chillón e inseguro, justo el día de mi cumpleaños tuve un ataque horrible de asma terminando hospitalizado, pueden creerlo mi suerte era pésima, tuve que pasar una noche en el hospital, luego en el día ya me podía ir pero mi mama tuvo que hacer unas cosas así que pasamos más tiempo ahí, aquí viene la parte increíble de la historia les juro que cuando me asome por la ventana en el parquecito del hospital vi a la linda chica, con mucho miedo corrí y me le acerque no sabía que decirle y aunque tenía muchas preguntas mi pena no me dejaba hacerlas. La chica me miro y apretando mis cachetes me dijo que no perdiera el tiempo siendo inseguro, que no perdiera un segundo más quejándome y siendo infeliz que al contrario sonriera porque era un niño y eso es lo que hacían los niños, yo a eso si le pude responder diciendo que mi vida era pésima y desafortunada, ella solo se rió respondiéndome "que la vida de un niño no es pésima y mi vida no era la excepción, sonríe hoy, sonríe mañana y sonríe siempre, esa es la única manera en que todo mejorara" a mí un niño tan influenciable eso me convenció, raramente no recuerdo nada de después de eso, ni tampoco volví a ver a la chica, solo sé que desde ese día le sonrió a todo, aunque no siempre es fácil y aunque tengan mil cosas encima sé que puedo vivir la vida de un niño, se perfectamente que la vida de un niño no es triste ni desafortunada.
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Sad Pill
Short StoryEs una recopilación de historias que escribí en una difícil etapa de mi vida en lo personal, cada relato te querrá presentar alguna problemática la cual mediante palabras concisas y una historia atrapante tendrán el único propósito que al final de c...