LIDIANDO CON MI OTRO YO

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Toma el miembro de aquel hombre que le desagrada tanto y lo introduce en su boca con los ojos cerrados y éste mismo toma sus cabellos y los empuja de atrás hacia adelante haciendo que se produzca un sonido de ^glock...glock....glock^ a medida que entra y sale el miembro de su boca; los otros tres hombres también sacan sus miembros y dos los ponen cada uno en una mano de Ella mientras los estimula a uno con su boca, a dos con sus manos y el cuarto suavemente baja su vestido de encaje dejando caer  desolados sus redondos senos los cuales también eran apretados con fuerza.
-Ésto era lo que quería-afirma el primer viejo que se encuentra disfrutando mientras le practican sexo oral.
Ella suelta un miembro y con fuerza logra soltar la mano de él hombre de su cabello; luego girando un poco la cabeza se encuentra nuevamente con otro miembro ésta vez más desagradable que el anterior, en éste se podía apreciar como nunca en toda su vida había visto una máquina de afeitar y mucho menos un jabón de baño.
-Es muy excitante cuando te lo dejan chorreado de saliva, ¿no crees?- le pregunta el primer viejo al que está en seguida a su derecha.
-Así es compadre y ahora viene mi turno-afirmó aquel hombre mientras movía la quijada de Ella hacia donde estaba su miembro salido.
Ella lo toma con su mano y lo estimula mientras sus lágrimas bajan por sus ojos como su misma autoestima lo hace; no puede seguir en esa vida, no puede malgastar así su juventud, algo debe hacer pero ¿que podría hacer una prostituta retirada?
¿quien la vería con buenos ojos?
Ella lo escupe y con su mano esparce la saliva por todo su miembro; al ir de la punta a la base siente como el impacto es amortiguado por un arbusto de bello púbico bastante grande y nuevamente su estómago se retuerce.
-Caballeros creo que tengo un problema neces....^glock...glock....glock^
No termina su frase, el segundo viejo por la fuerza introduce su miembro en la boca de Ella y con un movimiento pélvico hace sentir placer para sí mismo sin pensar en lo que Ella quería decir.
Casi sin poder respirar Ella aleja su cabeza con fuerza y a la mirada de sorpresa que tenían los 4 viejos llega una sensación dentro de sí misma que la obliga a levantarse y llevarse la mano a la boca pero no fue lo suficientemente rápida; una arcada de vómito sale de su boca y ensucia el pantalón verde oscuro de él segundo hombre.
Cree sentirse bien, después del reflujo que tuvo se siente mejor trata de limpiarse la boca que le quedó untada del spaguetti que había comido al almuerzo.
-Eres una perra asquerosa-le gritó aquel hombre- Mira como me volviste el pantalón.
La tomó por el cabello y restregó su cara contra el vómito que había caído sobre su pantalón.
-Lo siento yo trate de hablar pero....-una nueva arcada de vómito salió de su boca y le cayó en los zapatos al mismo señor.
-Perra asquerosa- aquel hombre levantó la mano y la dirigió hacia su cara.
-Disculpen caballeros, he recibido un pago por adelantado de los servicios de ésta señorita y me temo que no podrá continuar con ustedes-dijo un hombre lo bastante grande como para contradecirlo.
Ella pareció salir de su transe en el que se encontraba mientras su cara se iba acercando al miembro del primer hombre y de su cara lavada en lágrimas salía una pequeña sonrisa de felicidad y gratitud con aquel desconocido que la había salvado de aquellos asquerosos hombres.
-Ahora tú, escucha; te esperan en la habitación 307 y el cliente no quiere demoras pagó 120 dólares, debes hacer lo que él quiera, pagó un servicio todo incluido, ¿entendiste?-preguntó aquel hombre que parecía ser de seguridad
-Sí-dijo ella mientras se levantaba y le dirigía una mirada de asco a los que pudieron haber sido sus clientes.
-¿Quien es el hombre que pagó el servicio?- preguntó curiosa- no será un chico de unos 22 años, cabello oscuro, ojos cafés, con la nariz respingada y unos hoyuelos en sus mejillas cuando sonríe?
-Si te refieres al que está sentado en esa mesa mirando fijamente, déjame decirte que no, es otro hombre que te está esperando en la habitación 307 y no quiere demoras entiendes!.
-Okay okay- responde ella-307 y sin demoras allí estaré en un minuto.
-El cliente quiere que vayas sin ropa interior así que..bueno ya sabes para que te prepares antes de entrar, podrías asearte si quieres-añadió aquel hombre señalando con la mirada sus manos.
-Si tienes razón, lo haré.
Ella se da vuelta y nuevamente queda de frente a aquel chico que pudo haber sido su primer servicio del día, da unos pasos y se acerca a él, pero sin dirigirle la mirada.
-Veo que te acabas de salvar de esos asquerosos viejitos ¿no?- pregunta Benjamín
-Veo que aún esperas algo que no pasará hoy-responde ella.
-De hecho tienes toda la razón, sigo esperándote-dice Benjamín mientras le da un sorbo a su cerveza Redd's-y podría durar aquí toda la tarde y toda la noche hasta que vengas.
Ella lleva sus manos hacia atrás y se desabrocha su sostén.
-Pues creo que hoy no será Bernardo, porque tengo un cliente que atender y acaba de pagar 3 horas de servicio-dijo Ella mientras con una mano y por la parte de adelante de su vestido sacaba el sostén y lo mantenía un segundo en el aire-y creo que por ser el primero le podría regalar unos minutos más- dijo ella mientras pasaba por el lado de Benjamín y dejaba caer su sostén en su hombro.
Benjamín sonríe, toma el sostén y se dirige hacia ella en la barra.
-Veo que por lo menos intentas acordarte de mi nombre, aunque estuviste cerca de acertar, mi nombre es Benjamín y dejaste ésto en mi mesa-dijo Benjamín mientras le ponía el sostén sobre sus piernas.
-Gracias, pero puedes quedarte con el, no lo necesito ahorita-dice Ella mientras lo tira por su cara-quizás te sirva de consuelo por lo menos.
Ella se acerca a Benjamín y le da un beso en la boca.
-Eres afortunado, sólo lo escupí y no lo toqué con mis labios, podrías venir mañana y te atiendo-dice ella mientras mete la mano por debajo de su vestido y saca sus bragas color rojo-con éstas no te puedes quedar-dice ella mientras la sostiene con un dedo en frente de su cara-son mis favoritas.
Ella se da la vuelta y Benjamín puede ver como sus grandes nalgas se sacuden de arriba hacia abajo al no tener ropa interior y ve marcada su fina cintura en el vestido de encaje rojo.
Por un momento  olvidó que Ella estuvo a escasos milímetros de hacerle sexo oral a un anciano de casi 60 años, luego sintió como si el beso le hubiese gustado de verdad y no hubiese sido sólo superficial.
-Ésa chica es candente ¿no lo crees?-le pregunta el hombre de la barra.
-Es demasiado linda para ser prostituta-responde Benjamín-podría tener unos 22 años y ser una buena estudiante de cualquier carrera, ¿porque habrá elegido ésta vida?-pregunta Benjamín al barman.
-Verás chico, no siempre la vida te da lo que quieres, incluso muchas veces la vida es injusta con tigo, te quita lo que más quieres y encima de eso te golpea con todas sus fuerzas para dejarte noqueado y encima sangrando-responde el hombre de la barra.
-eso fue muy poético-añade Benjamín de forma jocosa.
-toma ésto-dice el barman mientras le ofrece una copa-va por cuenta de la casa, ten cuidado que es bastante fuerte.
Aquel hombre saca una botella transparente que dice ^VODKA^ y le añade unas cerezas y dulce de frutos rojos.
-Te vi tomando Redd's y creí que te gustaría éste coctel- añadió el barman.
Benjamín lo toma y saca las cerezas con la mano
-¿Seguro que es bastante fuerte?-pregunta Benjamín curioso-creo que se parece mucho a esa chica, parece complicada pero al final es sólo el primer sorbo el que te dice cómo es-contesta Benjamín.
-Pues con respecto al trago yo podría responderte pero no podría decirte nada de esa chica-añade el barman sonriente-pero si subestimas ese trago y haces lo mismo con esa chica, creo que podrías terminar ebrio y loco por ella.
Benjamín sonríe y toma la copa, la dirige velozmente a su boca y la vacía en ella.
Su cara toma una forma extraña, arruga el entrecejo y sube la nariz haciendo que se vea más plana de lo normal; ya en su boca siente como si miles de diminutos dientes picaron cada parte de carne que hay dentro de su boca y cuando pasa el trago siente como va dejando un camino ardiente por su garganta y al llegar a su estómago explota en una especie de gastritis momentánea.
-Demonios!-dice Benjamín mientras abre la boca para tomar aire-sí que está fuerte-añade.
- JA JA JA JA-sonríe el barman- te dije que no subestimaras el potencial de esa pequeña copa-aquí tienes un poco de agua y ahora si de verdad quieres a esa chica, ven mañana por la mañana estoy seguro que el cliente alargará la sesión.
-¿Eso crees?- pregunta Benjamín
-No lo creo, estoy totalmente seguro- contesta el barman.
-Está bien, me marcharé, pero no sin antes comerme esa cereza- dice Benjamín mientras la toma con una mano.
La lanza hacia su boca y abre la misma para respirar e inhalar un poco de aire; pero la cereza se adelantó a llegar a la boca al mismo tiempo que inhalaba y se pasa entera la cereza.
-Nuevamente la subestimas-añade el barman.
-Creo que sí- responde Benjamín mientras su cara pasa de un rosado claro a uno más oscuro y empieza a toser.
La tos no lo deja despedirse y sólo puede hacerle señas con la mano al barman para despedirse, aquel mismo levanta con su mano derecha la botella de vodka y dice:
-Adiós, para la próxima vez debes tener mas cuidado con el licor- dice el barman mientras sonríe y baja la cabeza.
Benjamín camina hacia la puerta de salida con un leve mareo producto de la copa de vodka y la tos que aún no lo deja hablar.