Capítulo seis.

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2016

—No quiero que vuelvas a molestarme —escribí y presioné enviar.

Estaba molesta conmigo misma y muy dolida. Sentía que lo había arruinado todo y que lo mejor era olvidarme de él. Sin embargo, a pesar de los insultos que provenían por parte de él siempre que nos escribíamos por más de diez minutos o hablábamos por llamada —Los cuáles me hacían pensar que me odiaba por completo— Seguía escribiéndome y no lograba comprenderlo.

Le había fallado de la peor forma, lo había traicionado, le había sido infiel y no podía soportarlo. No entendía que me había llevado a hacerlo. Leer la manera en la que había decidido terminar conmigo rompía mi corazón, me sentía destrozada.

Me hubiera gustado que estuvieras en tu casa tranquila para hablarlo y me parece estúpido terminarte por acá pero creo que no puedo esperar así que si, terminamos —seguía releyendo.

En ese momento no deseaba llorar frente a mis mejores amigas, con quienes iba a pasar la noche. Sin embargo, lo único que deseé en ese momento fue irme a casa y llorar sin cesar.

Al pasar de los meses, estaba cansada de sentir dolor y de seguir queriéndolo a pesar de todo, mi corazón no dejaba de doler y cuando sentía que podía avanzar, un mensaje de él volvía a estar en mi Whatsapp. Pasé semanas diciéndole que dejara de enviarme y sin embargo, jamás lo hizo.

En ese momento lo que más logró afectarme fue la forma en la había sido tan ingenua y me había dejado llevar por las personas, la forma en la que le había fallado, lo mal que se había visto y el daño que había causado en él, sumado a esto sus insultos.

Era tan doloroso tener que leerlos o en otros casos, escucharlos. Podía sentir como lo único que hacia en ese momento era caer, hasta que algo cambió... Algo nos iluminó.

El Ocaso de una Rosa. |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora