Capítulo 4- Pasando inadvertido

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3 de Marzo - Época de Ichtheis

FABIO

Nuestras miradas se cruzan sin poder separarse. Detallaba el rostro de la castaña frente a mí, sus expresiones parecían ser una mezcla entre el miedo y la repulsión. Era obvio que me reconocía de aquel fugaz encuentro en la calle.

Quizás porque la suerte estuviera de mi lado, o porque simplemente había sido una de las mayores coincidencias que he tenido en mi vida, pero sin buscarla a fondo, me había encontrado con la guardiana de Aries nada más comenzar mi búsqueda. No podía desaprovechar la oportunidad de estar a solas con ella, ese debía ser el momento.

«Pero, ¿cómo se lo digo?»

No sólo nuestro primer encuentro se había ido al traste, sino que mi mente se bloqueaba al intentar dar un argumento lógico de su situación sin que huya de mí dándome por loco.

Antes de que alguna palabra se formulara en mi boca, la chica da un paso al frente con coraje. Sus ojos brillaron con ira en ellos por un momento.

—¡Deja de seguirme! —ordena, firme.

—¡No te estaba siguiendo! —Lógicamente, era mentira. Cuándo la vi irse con aquellos chicos, tomé el taxi más próximo y le ordené al conductor que los siguiera—. ¿Tus padres saben que estás aquí?

—¡Ese no es tu maldito problema! —Alza la voz. Ahora temía que llamara la atención de los que estaban cerca—. ¡Si no te alejas de mí, voy a llamar a la policía. No sin antes golpearte hasta dejarte estéril, imbécil!

La chica se alejó a un paso acelerado, sin siquiera mirar atrás. Fue sólo cuestión de segundos para que desapareciera entre la multitud de personas que se encontraban frente aquella fiesta.

«Bravo, Fabio. —Me llevé la mano al frente—. Ya recuerdo por qué me hice guerrero, se me da del asco este tipo de cosas».

Un silbido salió de mis labios, sin poder evitar admirar la ruda belleza de aquella personalidad. Si esa chica no era Aries, no me imaginaba a nadie que pudiera representarla mejor. Lamentablemente, esto también me resultaba un problema. «A ver como lidio con ella sin perder la paciencia en el proceso».

De pronto, sentí mi bolsillo vibrar, llamando mi atención. Tomé el móvil que llevaba conmigo, leyendo la pantalla. Ponía "desconocido", no me sorprendía en lo absoluto. Contesté la llamada y me llevé el aparato a la oreja.

—Beidloa —dije inmediatamente. Era el saludo principal del Elpinísio.

En Elpída —La tierra de los súbditos— se hablaban dos idiomas: el inglés, idioma adaptado del mundo humano en la era moderna, y el Elpinísio, que a pesar de ser el idioma oficial de las cinco tierras, era mayormente hablado por los sabios, generales y habitantes de mayor edad. Alguna vez, se habló el griego en vez del inglés, pero siendo el idioma mundial, nos adaptamos para convivir más fácilmente con los humanos.

—Beidloa, Fabio —respondió el general Adonis al otro lado de la llamada—, ¿fúhfiehei jot-a tse miunziuónun? Iuyu tei non-a nonpiuch etec-upuch ta.

Traduciendo, preguntaba cómo iba la misión. También reclamaba que no me había reportado en los últimos días. Respondí en el mismo idioma y el resto de la conversación continuó en Elpinísio.

La guerra del zodiaco I: Fuego EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora