Parte VIII: Peligro

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Chanyeol había visto su futuro en los ojos chocolates de Baekhyun, soñaba con una boda donde todos asistieran, un esposo amoroso recibiéndolo cada noche con una deliciosa cena, una familia numerosa a su lado y una vida donde ambos envejecerían tomados de las manos viendo los atardeceres desde el mirador de la montaña.

Sin embargo su sueño se quedó estancado a la mitad.

Chanyeol había logrado casarse con Baekhyun, habían cenado muchas noches para después disfrutar de sus besos hasta el amanecer, estaban esperando a su primer hijo y cuando sus sueños iban realizándose uno a uno sintió que lo perdió todo.

Chanyeol no era una mala persona, era una buena persona a la que le habían pasado cosas muy malas, el queria, realmente quería amar a Luhan aunque Luhan no fuera Baekhyun.

Pero Baekhyun ya no estaba, se había ido y el no podía ir tras de el, no podía regresar a su lado.

Todos sus sueños quedaron inconclusos, el dormir pensando en los hermosos ojos chocolates de Baekhyun diciéndole "Channie" correteando inquieto de un lado a otro y despertar imaginando las finas manos de Baekhyun en su rostro mientras pronunciaba una y otra vez "Despierta mi amor" tenían a Chanyeol sumido cada vez más en su soledad.

Aún así era un hombre fuerte que intentaba seguir adelante por Chanbyul y Luhan, por toda una manada. Pero aquella tarde cuando Junmyeon le recordó la pérdida de vida de Baekhyun sus antiguas manías lo abrazaron en su oscuridad, la fuerza de soportar el dolor se estaba escapando como agua por sus manos. No quería perder a Luhan, no quería perder a su hijo que venía en camino, pero tampoco podía salvarlos. El destino muchas veces era cruel.

—¿Chan Yeol?— La voz del médico en la puerta de su casa resonaba una vez más con una ambulancia para trasladar a Luhan a un lugar para atenderlo mejor —

Chanyeol no existía en ese momento, solo se hizo a un lado para dejar pasar al médico ¿Que haría el? Si Luhan no sobrevivía ¿qué sería de el? Su vida no era suya, muchas veces lo había pensado, si Baekhyun no podía regresar a el, el iría a Baekhyun. Pero no todo era tan sencillo.

Estar inerte acariciando la mano de Luhan mientras esté hablaba emocionado sobre el bebé de los dos lo tenía ligeramente bajo estrés. Sus manos resguardaron la ajena durante el camino asintiendo con una dolosa sonrisa para calmar a su rubio de ojos avellana.

El brillo de Luhan no era el mismo a cuando vino el primer día a sus territorios, el merecía algo mejor, alguien que no pusiera su vida en riesgo.

Todo paso en cámara lenta ese día, desde la forma en que sedaron de cuerpo entero a Luhan hasta como una línea horizontal era trazada con el bisturí por los médicos, la piel de Luhan se volvía más y más pálida de lo que era mientras el acariciaba sus mejillas, el ritmo de su corazón descendiendo lentamente.

El bebé no lloro al nacer.

Un varón de rasgos más parecidos a el, lo miró pequeño e indefenso ante el nuevo mundo, los médicos lo ajetreaban de un lado a otro para revisar sus pulmones, no había respirado a tiempo.

Todos miraron a Chanyeol, sin entender que el había ido como quien regresa de la muerte, sabiendo que podía perderlo todo, sin embargo en ese lugar nadie se daba por vencido.

Lay estaba entre los médicos y podía reconocerlo, lo vio tomar el cuerpo muerto de su hijo, sin embargo Lay tenía una amplia sonrisa, pareciendo extraño ¿Acaso le alegraba que su hijo estuviera muerto?

Fue entonces cuando de un momento a otro lo entendió. Lay posaba un aura dorada sumamente brillante y cegadora por unos minutos, la pálida piel de su hijo se tornaba lentamente del color debido y su pecho subía y bajaba despacio al respirar.

Cry Wolf [ChanLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora