Capítulo 54- "Harry"

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Harry: Tesoro me voy.

Yo: Hasta luego Hazzie, te amo- susurro adormilada y beso sus labios.

Harry: También te amo mi amor.

Besa mi frente y se marcha, subo arrastrando los pies y me meto entre las sábanas, ya estamos en noviembre por lo que el frío es prácticamente insoportable, me acurruco abrazando la almohada de Harry con su característico olor. Me coge el sueño pero escucho la puerta principal abrirse haciendo que me siente de repente.

Harry entra dejándome confundida y me sonríe.

Yo: ¿Se te quedó algo?

Harry: No, decidí quedarme en casa hoy, me duele mucho la cabeza.

Se sienta a mi lado y sonríe, me acuesto otra vez y acaricia mi pelo.

Harry: Te quiero.

Yo: Yo también.

Lo miro, tan tierno como siempre, sus hermosos ojos marrones observándome.

¿Marrones?

Sé que cambian de color, negros, rojos, amarillos ¿pero marrones?

No.

Yo: ¿Qué le pasa a tus ojos?

Harry: Nada, ¿por qué?

Yo: Son marrones.

Sonríe pero no como acostumbra sino cínicamente, me arrastro hasta el otro extremo de la cama, trata de agarrarme pero me levanto.

Harry: ¿Qué pasa cariño?

Yo: ¿Quién eres?- pregunto asustada mientras retrocedo cuando se pone de pie.

Harry: Soy yo amor.

Corro por las escaleras hacia abajo tratando de no caerme, baja atrás de mi y le lanzo un jarrón a la cabeza pero lo esquiva con sus brazos.

Tropiezo con una de las sillas del comedor y me caigo, se sube a horcadas sobre mi, saca una jeringa de su bolsillo y logro patearla lejos de él.

Yo: ¡Ayuda!- grito llorando- ¡Harry!,¡mis bebés!

Me arrastra hasta la jeringa y pataleo pero es imposible soltarme, me la clava en el brazo e inyecta su contenido.

Harry: Dulces sueño bebé- dice sonriente.

Yo: Ayuda...Harry...mis bebés- gimo débil y todo se vuelve negro.

(...)

Abro los ojos débilmente con la respiración agitada y miro a mi alrededor, una habitación toda mugrienta, estoy acostada en una cama de una plaza con sábanas curtidas, en la otra esquina un espejo de cuerpo completo, me reviso por todas partes pero no veo sangre algo que me tranquiliza. Estoy amarrada a un hierro con unas esposas, trato de abrirlas pero es imposible.

Yo: ¡Ayuda!- grito a todo pulmón mientras tiro de las esposas- ¡Por favor!

Sigo gritando hasta que me quedo ronca, nadie me escucha, me siento en el suelo al lado de la cama, entierro mi rostro entre mis manos y lloro como una niña.

La puerta se abre sobresaltandome y entra el supuesto Harry, se pasea por la habitación como si no estuviese allí, luego de que se cansa de mirarse en el espejo se pone de cuclillas frente a mi.

Harry: ¿Ya despertaste mi vida?

Yo: Vete al infierno- gruño entre dientes.

Harry: Cuidado con esa boquita- advierte agarrándome del mentón- O te irá peor.

Giros Del Destino- One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora