La historia de una familia que está pasando una crisis y un malvado ser hará todo lo posible por atormentarlos. Lo único que tendrán son a ellos mismos y unos buenos momos.
Esta historia forma parte del Universo de Vagrama117.
Dedicado al grupo de "...
Desde que se empezó a construir La Casa Del Alfajor, para todos aquellos sin hogar a cargo de los creadores más jóvenes de un elemento, la noticia voló por todo el mundo. Finalmente se inauguró como algo pequeño con un gran terreno para futuras remodelaciones. No sólo servía como hogar, si no que era una pequeña escuela para aprender a usar el nuevo elemento. Cada vez que se hace oficial un nuevo elemento, es primordial hacer por el primer año un pequeño curso para meter un nuevo elemento a la vida cotidiana.
—Mientras sigues contando lo que ya todos saben, iré por los nuevos invitados.—Dijo Wally bajando de las escaleras del primer piso, dirigiéndose a la recepción donde seis nuevos miembros llegaron.
—Hey Wally, ¿y Javi?—preguntó Lau terminando unos documentos—,no lo he visto en toda la mañana.
—Está intentando decifrar el código de la caja fuerte para tomar dinero.
—¿Por el Minecraft 4K?
—No, esta vez quiere hacer algo como una "Sala de Confesiones" o algo así, y ser como el padre que escucha a los confesados, en cuarto oscuro.
—Con esto la idea del Minecraft no suena tan tonta.
—Ya pero—Wally da un suspiro—, es muy convincente y pienso que podría ser algo divertido, aún así, lo pensaremos un poco más. Pero bueno, ¿ellos son los nuevos?
—Así es, ya está todo listo.
—Bien, oh, y por casualidad. ¿No has visto a Alex?
—Está con Monse y sus pollos.
—Vaya, bueno—volteando a los nuevos miembros—,bienvenidos shavos a la familia de La Casa Del Alfajor, esperemos que disfruten su estadía aquí. Mi nombre es Wally. Por favor, díganme sus nombres.
—Hola, me llamo Eduardo Heredia.
—Un placer Eduardo.
—¿Hay algunas reglas o requisitos para vivir aquí?
—No, se permiten mascotas o cualquier cosa que quieras para tu habitación, pero solo para tu habitación. Lo único es que para que los miembros se queden y la casa cubra sus necesidades, necesitamos dinero que ganamos por cada vez que alguien utiliza el elemento del momo, así que mientras hagas momos aquí, puedes quedarte el tiempo que quieras.
—O puedo ser un fantasma que pasa desapercibido.—Susurró Eduardo.
—¿Qué?
—No, nada.
—Ok, ¿y tú cómo te llamas?
—Montse, pero mis amigos me dicen Fdjjd Hatsune.
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—Su puta madre, te llamaré "Letritas"—dijo la persona a su lado.
—Como quieran—Fdjjd rió—,¿se permite escuchar música en mi habitación así?