87|La Casa Del Alfajor.

Ataque interno.

Hubo un tremendo escándalo en Alfajor, si antes existía una desconfianza entre los nuevos y viejos miembros, ahora la desconfianza vive entre todos. Solo los admins portan armas de fuego, mientras los mods solo armas blancas.

—Está muerto—dijo Mephisto—,pero me hicieron admin y confían más en mí, me dieron una revólver de aire comprimido color negro.

—De acuerdo, ya es hora de proceder con el plan—dijo Leo desde su celular, caminaba por la calle mientras se dirigía a su casa—, ¿viste las noticias?

—Se han reportado 350 muertos desde la semana pasada, gran parte de ellos grasosos y holkeanos, algunos de mantequila, rikashu, solo uno de Alfajor.

—Haremos que mueran más—susurrando, mientras avanzaba por una calle tranquila, pues la mayoría de los habitantes tenían miedo por la guerra que se daba entre los grupos.

—¿Está seguro que el plan funcionará?

—Si, ¿dónde está Wally?

—Fue a ver una funeraria, enterraron el cuerpo del primero en una zona cerca de la mansión y quieren enterrar el de Saúl ahí también.

—Entonces será más fácil el plan, espera a la noche.

—Ataquen en la hora de la cena, la mayoría se reúne a la misma hora a cenar.

—Bien, avisaré a Alex que cene con Javi también. No les hagan mucho daño.

—¿Qué?

—Ya oíste.

—Entendido.

El día avanzaba, los momos ya no estaban tan presentes. 

—Otorrinolaringología—dijo Abelardo.

—Parangaricutirimicuaro—dijo Reynaldo mientras sostenía la mano de Abelardo.

—Espiripitifláutica—dijo Vivi haciendo de mal tercio.

—Hola, ¿qué hacen?—dijo Karla mientras entraba a la sala.

—Solo decimos palabras algo difíciles de pronunciar—contestó Reynaldo.

—¿Como supercalifragilísticoespialidoso?—preguntó Karla con una voz neutra.

—Ay wey—Abelardo se quedó callado.

—O esternocleidomastoideo—dijo Alex mientras llegaba por atrás y se colocaba al lado de Karla.

—¡Alv! (a la verga)—se exaltó Vivi—,¿qué es eso? 

—La verdad no sé, ayer vi una publicación en Facebook de palabras difíciles de pronunciar y me aprendí esa por si algún día la ocupaba.

—Alex...—dijo Karla viéndola con total seriedad en su rostro.

—¿Qué pasa?

—T...tienes...

—¿Qué?

—Tienes un moco en la cara.

—¡¿Qué?!—gritó Alex con una voz más aguda mientras se frotaba la nariz.

—Era broma, solo quería demostrar que esa frase es muy difícil de pronunciar.

Todos rieron a grandes carcajadas, era bueno olvidarse de aquellas cosas malas que sucedían.

—A todo esto, ¿qué haces a estas horas?—preguntó Abelardo—, siempre te sueles encerrar en tu habitación y te saltas la cena.

—Bueno—procedió a explicar Alex—, quería pasar la cena con todos.

«Mi padre tuvo que despedirse temprano y decidí venir»—era lo que realmente pensaba Alex.