Hey! Idiotas | CNCO

7.

Regi:

En cuanto desperté me sorprendí al ver que Joel no se encontraba a mi lado, ya que había dado por hecho que dormiría allí conmigo, algo extrañada me asome a ver si no había dormido en el piso pero no, no era así, allí no se encontraba.

Me puse de pie dispuesta a buscar donde se había metido Joel. Sinceramente siento que nuestra charla de ayer sirvió mucho y estoy muy contenta de haber tenido esa oportunidad para hablar.

En cuanto me levante de la cama dirigí rápidamente la mirada hacia la cama donde estaba Joana con el amigo de Joel, y no pude evitar reír al ver que Joana se encontraba abrazando al chico y que la barrera de cojines ya no estaba.

Al parecer mi risa fue mas fuerte de lo que esperaba y eso hizo que Joana despertará, quien al ver que se encontraba abrazando al chico junto a ella no tuvo mejor reacción que empujarlo.

-¿Que demonios te pasa? -dijo este desde el piso-

-No estabas respetando la barrera -se apresuro a responder ella y yo reí-

-Estaba durmiendo, ¿cómo puedo saber lo que hago mientras estoy dormido?

-Ese es tu problema, tenias que respetar la barrera -dijo ella con una sonrisa y el solo rodó sus ojos bufando-

-Ustedes sigan discutiendo, yo voy a buscar a Joel -dije y salí de allí rápidamente, estoy segura de que iba a comenzar una discusión allí adentro-

En cuanto salgo al pasillo veo como Christopher se encuentra durmiendo en la puerta de la habitación de al lado y me aguanto la risa para no despertarlo, no entiendo por que no bajo a dormir a algún sofá en lugar de dormir allí.

Camino escaleras abajo con la intención de ir a la cocina a ver si Joel se encuentra allí, pero en cuanto paso por la sala veo a un Joel completamente dormido en uno de los sofás y la posición en la que se encuentra no parece nada cómoda.

Me acerqué a el con cuidado y me senté en el suelo a su lado. Lo observé por un instante y pasé mi mano por su cabello. Al parecer lo noto ya que rápidamente se incorporó en el sofá quedando sentado y llevo sus manos a su rostro tratando de despabilarse un poco.

Me senté junto a el en el sofá, el lo noto y giro su rostro hacia mi dedicándome una sonrisa algo adormilada.

-¿Por qué estas aquí? -cuestione mientras abrazaba una de mis piernas apoyando la cabeza en esta-

-Aquí dormí -admitió con la voz algo ronca debido a que recién despertaba-

-¿Se puede saber por qué? Tu cama estaba allí arriba -dije observándolo-

-No quería incomodarte -respondió rascando su nuca dedicándome una sonrisa de lado-

-¿Por qué lo harías? Es decir, después de la conversación de ayer todo esta más que bien.

-Lo sé, solo es que, no lo sé ¿si? -divago un poco y yo solo negué con la cabeza-

-Eres un tonto -reí y le di un leve empujón con mi mano-

-Ya sabía -rió- ven aquí -dijo abriendo sus brazos invitándome a abrazarlo-

En principio dudé, una cosa era tener una charla recostados frente a frente y otra volver a abrazarlo, pero después de dos años no se lo podía negar. Me acerqué a el y nos fundimos en un cómodo abrazo de esos que ambos sabíamos que habíamos extrañado todo este tiempo.