Hey! Idiotas | CNCO

3.

Isabella:

-¡Chicas vamos!- Empujé a Bren por la puerta y me voltee a cerrar rápidamente el departamento.

Íbamos un poco atrasadas ya que siendo chicas tan indecisas era un reto llegar a tiempo a algún sitio, y más con Cami y Xim que eran las que más tardaban en arreglarse.

Entre patadas y manotazos logramos meter las maletas en el pequeño taxi, luego de acomodarnos una encima de la otra el taxi arrancó y avanzó lo más rápido que pudo.

Bajamos rápidamente del taxi con las maletas a nuestros costados y comenzamos a correr por todo el aeropuerto hasta llegar a donde se suponía que recibirían nuestros boletos.

La chica que nos atendió realmente se tomaba su tiempo, revisaba los pasaportes y los boletos con una gran lentitud, lo que hizo perder la paciencia a Joa.

-¡¿Puedes apurarte por Dios?! ¡Llevamos diez minutos aquí y tú todavía no termina de revisar los malditos boletos!- Joa le gritó perdiendo la paciencia y Regi puso una mano en su hombro para que se tranquilizara.

La chica nos miró molesta y nos lanzó los boletos y pasaportes.

-Gracias.- Dijo Bren con una sonrisa fingida y cruzamos la puerta para entrar a la parte comercial del aeropuerto.

Entramos y todas nos miramos con asombro, era absolutamente impresionante. Fuimos a muchas tiendas y cuando anunciaron nuestro vuelo llegamos al avión con alrededor de siete bolsas de tiendas diferentes.

Me senté al lado de Cami y estuvimos hablando todo el vuelo, también hablábamos con las chicas pero la aeromoza nos mandaba a callar diciendo que hacíamos mucho ruido.

Unas horas después el avión aterrizó y salimos del aeropuerto junto con un guardia que llevaba parte de nuestras pertenencias.

Buscamos con la mirada al chófer que nos estaría esperando para llevarnos a las cabañas y dimos por fin con un chico rubio bastante atractivo con un cartel que tenía escrito "Kate Juárez".

Todas nos miramos y nos dimos una sonrisa cómplice y nos acercamos al chico.

-Hola.- Dijo Kate un poco coqueta.

-Señoritas.- El chico alzó su gorra y agarró nuestras maletas mientras que nosotras le dábamos una sonrisa tonta.

Entramos a la gran camioneta y pusimos música mientras hablábamos de lo increíble que nos parecía la ciudad. Luego de un rato llegamos a una zona definitivamente de alta sociedad y la camioneta se detuvo.

Salimos del auto y me quedé con la boca abierta.

Las cabañas eran simplemente impresionantes, eran azules y debíamos subir por unas escaleras para llegar a ellas. Lo mejor de esto es que estaban alejadas de las demás cabañas por lo que nadie nos molestaría. Entramos en la nuestra y quedamos maravilladas con el lugar, todo era bastante rustico y sencillo, el lugar era bastante grande, con cocina, comedor, sala de estar y tenia 4 dormitorios con dos camas en cada uno y un baño en cada una de ellas.
Lo primero que hicimos fue organizar las cosas que habíamos llevado y dividir de que manera ibamos a dormir, Bren y Joa quedaron juntas luego quedamos, Xime y Cami, Regi con Angie y por ultimo Kati y yo juntas. Dejamos cada una sus cosas en las habitaciones y comenzamos a arreglarnos para salir a explorar el lugar, ya que las cabañitas se encontraban cercanas a una pequeña playa que se veía genial.

-Creo que deberíamos ir a conseguir comida antes de ir a la playa -dijo Joa-

-No seas aguafiestas.-Reclamó Cami-. Hoy podemos cenar fuera y ya mañana vamos a comprar todo lo que necesitemos.