11.

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Ximena:

—¿Puedo pasar?–Dije tocando la puerta de su habitación.

—Adelante.–Joa se levantó de su cama abandonado la habitación para darnos privacidad.

Luego de estar con los chicos y haber jugado Verdad o Reto las chicas y yo regresamos a nuestra cabaña en silencio. De vez en cuando me volteaba y miraba a Bren y a Cami que venían hablando entre ellas, las miraba pidiendo apoyo un ellas me devolvían una mirada avergonzada.

Sabía que había hecho mal en haber besado a Joel y eso claramente había molestado a Regi. Necesitaba aclarar las cosas con ella.

Luego de unos minutos en silencio, Regina alzó la cabeza y me miró dubitativa.

—¿Por qué estás aquí? ¿Pasó algo?–Apretó los labios luego de haber terminado la oración. Definitivamente estaba disgustada.

—Tenemos que hablar.–Dije llevándome una mano a mi boca al borde de la histeria.

—Entonces hagámoslo.–Se sentó como un indio y me dió una señal para que empezara a hablar. Tomé aire y empecé:

—Me siento muy mal por haber besado a Joel, hice mal al haber hecho eso y más sabiendo que se trataba de tu ex. Me comporté como una mala mejor amiga y no tienes idea de lo arrepentida que me siento, lo siento.–Solté el aire que estaba reteniendo y esperé una respuesta.

—No estoy molesta Ximena, superé a Joel hace tiempo. Simplemente me tomó por sorpresa que hicieras eso–Rió un poco–, no tienes porqué disculparte.

—Me alegra escuchar eso.–Sentí como la tensión del lugar desaparecía y le sonreí a Regi olvidando lo sucedido.

—Ya vete a tu cuarto tonta, hoy fue un día bastante raro y quiero dormir.–Asentí y le dí un abrazo para luego dirigirme a mi habitación.

No había perdido a una de mis mejores amigas, no había nada que me pudiera tranquilizar y alegrar más.

Johann:

—Chicos ¿Podrían callarse por un maldito minuto? Jesús.–Les grité haciendo que se callaran.

Luego de que un par de días atrás Yoandri diera la idea de ganarnos la confianza de las chicas, pasábamos la mayoría del tiempo juntos​ y habíamos descubierto muchos de sus miedos y debilidades cosa que utilizaríamos a nuestro favor.

Ahora nos encontrábamos en la playa desde hace una hora planeando nuestra venganza hacía las chicas y todavía no sabíamos qué hacer exactamente.

Suspiré una vez más y esperé que uno de los chicos hablara.

—¿Y si nos metemos en su cabaña y nos llevamos todos sus trajes de baños?–Dijo Erick con una sonrisa maliciosa a la vez que Chris asentía varias veces con ojos esperanzados.

—Amigo por supuesto que no.–Zabdiel lo miró raro y dirigió su mirada a otra parte. De todos nosotros él era el único que no había aportado ideas y tampoco opinado en todo el rato

—A ver chicos, ¿Cuáles son sus debilidades y qué es lo que más les gusta? Hemos prácticamente memorizado cada uno de ellos, algo debemos sacar.

—Camila cuida mucho su ropa, odiaría una sola mancha en ella.–Dijo Chris colocando una mano en su barbilla.

—Arleth tiene una pulsera que le dió su madre y no se la ha quitado desde entonces.–Habló el ex de la misma luego de un rato.

—Isa le teme a los payasos, lo dijo la otra noche.–Erick se tocó la nuca tratando de recordar algo más.

Hey! Idiotas | CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora