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Entre usando mis llaves al apartamento, aunque no fueron necesarias, ya que apenas se escuchó la puerta mi tía corrió hacia mí y me envolvió en un abrazo demasiado protector.

-¿Dónde has estado? Estaba preocupada. ¿Por qué no llamaste? ¿Estás bien? -comenzó a bombardearme con preguntas hasta que pude controlarla.

-Relájate, pase la noche en casa de un amigo. -dije no sonando demasiado interesada, de lo contrario haría preguntas de nuevo.

-¿Qué amigo? -preguntó esta vez con calma e interés.

Me quede dudando en contarle o no. Fue la única persona que en realidad me apoyó estos años, y lo mínimo que puedo darle en forma de agradecimiento es mi confianza y amor. Si yo estuviera mal sé que ella iría por mí sin importar nada.

-Pues... En casa de Mika. -dije mirándole animada.

Lo que era una sonrisa bromista se convirtió en una mandíbula que llegó por los suelos. No sonaba tan sorprendente en mi mente, pero lo que pareció normal, a ella la dejo en una especie de "shock".

-¿Qué? ¿Cuándo fue que salió? -preguntó mi tía, mostrando por completo su desconocimiento.

-Pues hace 3 años, según dice el. No termine en su casa por sea lo que estés pensando, solo que estaba algo ebria al salir del club que me llevó a su casa para poder descansar y charlamos con tranquilidad en la mañana. -explique con detalle, ya saben, para evitar los malentendidos.

-No me dejes con esa información solamente, vamos, habla. -me pidió tomando asiento conmigo en el sofá.

Me acomode a su lado y solté todo lo que Mika me había confesado, al igual que yo, mi tía no pudo evitar sonreír al escuchar la razón de que no me buscara.

-Ky, ¿te sigue gustando ese chico? -me preguntó con una mirada esperanzadora.

-Si, o no lo sé. Es confuso. Quisiera actuar como si nada de esto hubiera pasado, pero es difícil, ¿sabes? Si ambos nos queremos dar la oportunidad y no hay inconveniente, podríamos intentar algo. -asegure imaginando en mi cabeza a Mika y a mi, juntos de nuevo.

No existía nada mejor que eso.

-Eso fue lindo. -murmuro una voz a lo lejos, por el pasillo a las alcobas.

¡Sofie! Justo lo que necesitaba.

-¿Lo escuchaste todo? -pregunté. Ella asintió sentándose al lado tía Sonia y acurrucándose con ella. -Que bien, no quería contarlo todo de nuevo.

-¿Cómo estás tan segura de que él no tiene una "novia" o algo por el estilo? -hablo Sofie, dando a entender que algo le daba mala espina.

-¡Claro que no! -reaccione a la defensiva. -El me lo hubiera dicho, en otras palabras dijo que aún me quiere. -dijo con la ilusión por las nubes.

-Si tú lo dices, pero todo esto me dice que hay algo que aún no sabemos. -dijo Sofie entrecerrando los ojos.

-No lo hay, enserio. -asegure una vez más.

Tía Sonia se puso de pie junto con Sofie y se dirigieron a la cocina. Al parecer le haría algo de desayunar a Sofie quien tenía el estómago vacío.

-Iré a ponerme algo cómodo. -dije obteniendo un "esta bien" al unísono como respuesta.

Me dirigí a mí habitación y tome del armario unos pantaloncillos y una camiseta holgada de Marilyn Manson que Sofie me obsequió cuando asistió a uno de sus conciertos, ella asegura que Manson le escupió agua en el rostro, pero de todas forma lo disfruto, tanto que no lavo su rostro por 3 meses, hasta que presentó una infección y no le quedo opción más que asearse. Até mi cabello en un moño desarreglado y me dirigí al baño para poder enjuagarme el maquillaje. Cuando acabe de hacerlo volví a la sala de estar, donde tome lugar en un sillón frente al televisor, mientras veía a Sofie devorarse un plato de huevos fritos con tocino. Mi tía apareció desde su habitación y me entrego mi laptop junto con mis libros. Sonreí complacida y dándole un fuerte abrazo como agradecimiento.

Erotic boy, Erotic love...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora