Belluz

Recuerdo

El capitulo pasado Eva y yo íbamos en camino hacia la casa de Arly, donde supuestamente encontraríamos algo sobre las máscaras, pero en el trayecto una máscara apareció sobre mi rostro y un monstruo bastante feo apareció
Ell muy cobarde secuestro a Eva para hacerme bajar la guardia, pero le fallo el plan; rescate a la chicha y lo vencí... Pero algo no me terminaba de convencer, huyo de la batalla muy mal herido, pero tipos como el no mueren tan fácil, así que estaré alerta por si regresa.

Al día siguiente Eva estaba como si nada, como si no le hubiera afectado lo que paso ayer; era muy fuerte.

Yo por otro lado no soportaba el dolor de la cortada en la pierna cuando me estaba curando.

Ahora estábamos en dirección a casa de Arly. Viajamos de nuevo en esa cosa llena de gente y de un olor desagradable, la bueno es que esta vez el trayecto se me hizo más corto. Caminábamos por una avenida principal por donde circulaban muchos vehículos; todos haciendo un bullicio con sus bocinas.
Eva y yo estábamos jugando un juego que consistía en adivinar lo que el otro piensa respecto a lo que había a su alrededor. En ese momento me tocaba adivinar, pero no acertaba a ninguna; me la había puesto difícil.

-Me rindo.- Dije después de decir como veinte cosas distintas.

- ¿Tan fácil te rindes?- Dijo burlona.- esperaba más del que lucha con monstruos.

-Bueno. Lucho con monstruos, pero tu eres un enemigo formidable.

-¡Oye!- dijo soltándome un pequeño puñetazo en el brazo.

-¿Entonces que ves?- tenía la duda de que era.

- Es fácil. Mis uñas.- Dijo alzando la mano para mostrar su uñas pintadas de negro. No podía decir nada, hizo bien su jugada.

-Ahora dime en que pienso yo.- Se la pondré difícil.

-Veamos... ¿En tu ropa, tu cabello, en los carros,en la avenida,en el árbol, en la gente?

-No, no, no, no, no. No te la pondré tan fácil mi estimada compañera de juego.

-No se por que pienso que de seguro es alguna de tus guarradas.- Dijo cruzándose de brazos.

- Golpe bajo Eva. Seria incapaz de pensar cosas así.

- Como si no te conociera.

Eva siguió adivinando, hasta que llegamos a la casa de Arly, pero, casa se quedaba corto, era más una mansión que otra cosa.
En la noche de ayer Eva le llamo para pedirle disculpas por haber falto, se inventó una excusa de que sus papás la habían visitado y por eso le llamaba a estas altas horas ya que se habían retirado.

Tocamos el timbre y la voz de la chica resonó en un la bocina junto a la reja de entrada.

-Hola Eva. Pasa.- Al estar observando los detalles del lugar, me percate de que en la esquina superior derecha había una cámara de seguridad. Nunca le conté a Eva que la gente me podía ver a través de ellas y si así era este caso entonces... Arly sabia que Eva no venia sola.

La gran reja se deslizó hacia un lado para dejarnos pasar. Había un pequeño camino hacia la casa, nada fuera de lo común; arbustos, árboles, un jardinero cuidando una flores. Era bastante bonito la verdad.

-¿No será ella alguna clase de princesa?- Dije en voz alta.

- Eso mismo estaba pensando.- Me respondió Eva en voz baja.

Casi al llegar a la entrada la puerta se abrió y Arly nos recibió con una sonrisa bajo el umbral. Vestía un vestido largo azul, junto con un suéter del mismo. A comparación de Eva que iba toda de mezclilla... Y yo... Bueno, yo igual que siempre; camisa y pantalón negro.