Después de haber confirmado de que ella no era mi hermana Karindin, si no Eny, pero todas las preguntas que le quería hacer se resumieron solo a una... ¿Cómo es que esta viva?
Al verla marcharse frente a mi en la azotea del banco me ocasionó un sentimiento de vacío. Quise ir tras ella, pero Eva me sostenía con fuerza del brazo. Al voltear a verla esta me miraba con un extraño brillo en sus ojos.
-¿Sabes que tengo que ir, no?
-Lo se. Pero antes saca me de aquí.
La tome de la cintura y la transporte a casa en un segundo. Arly dio un salto en la silla al vernos llegar de pronto.
-¡Qué susto!-Grito molesta.-Cuando hagas eso avisa.
-Lo siento. Es que tengo prisa.- Estaba a punto de volver cuando Eva me sujeto de la manga de la camisa.-¿Qué pasa?
-Nada... Solo... Ten cuidado.- Dijo mirando al suelo.
-No te preocupes. Estaré bien.
-No lo decía por eso... Lo decía por ella.- Soltó de repente con un tono de voz algo ácida.
-¿Qué quieres decir?- De algún modo si sabia lo que quería decir. Alguien muerto regresa y con un aspecto diferente, y por si fuera poco en un mundo que no es de ella... No es algo normal.
-Nada, nada. Anda vete ya.-Dijo mientras me empujaba aun si mirarme a la cara.
Sin decir más me teletransporté con la habilidad de la máscara hasta donde estaba Eny. Esta me tiro una patada pasando a centímetros de mi rostro.
-Oye, oye. Tranquila.- Le dije haciéndome a un lado.
-¿Es Jkyuul?-Dijo confusa y mirando a su alrededor.
-Si. Me queda mejor a mi ¿no?
-Solo un poco.
-¿Solo un poco?
-Si digo que te queda perfecta solo lograré alzar más ese ego que te cargas.-Dijo en un tono un poco seco, pero seguramente que detrás de esa terrorífica máscara que ocultaba la mitad de su rostro se había dibujado esa media sonrisa que siempre le daba un vuelco a mi corazón.
-Bueno. Más ya no se puede.- Las sirenas saltaron de alguna parte de la ciudad junto con el sonido de múltiples motores de autos rugir.- Creó tenemos que salir de aquí. Se un lugar donde puedes esconderte.- La tome del brazo y en un abrir y cerrar de ojos estábamos en un departamento que estaba usando cuando recién llegue. Asuste a un pobre tipo que vivía aquí, pues como nadie me podía ver... Fue fácil.
—Vaya...— Dijo caminado por la desordenada sala-comedor y mirando todo detenidamente, la basura de comida rápida, los pósters de dibujos y un montón de muñecos raros.— ¿Que tipo de persona vivía en este lugar antes de que se lo quitarás?
—Un sujeto extraño que olía raro, lo encontré mirando una especie de dibujos en la televisión.— Le dije señalandola, al igual que las figuras que había sobre una repisa.
—oh.— fue lo único que soltó mientras miraba la cocina.— Y el baño.
—Esa de allá.— Le señale la puerta gris que estaba frente a la cocina. Si. Es raro que este el baño en ese lugar. Es más, toda esta habitación es rara, ahora que la veo más detenidamente.
Camine por la sala hasta llegar a la ventana. Una ventana que daba hacia una pared de ladrillos sin nada especial. Solía mirar por horas este lugar, sumergiendome en mis pensamientos y tratando de encontrar respuestas a lo que había pasado. Ahora muchas preguntas que me hice al llegar a este mundo se están contestando gracias a la ayuda de Eva y Arly, pero aun así faltan muchas más.
Tanto pensar me dio dolor de cabeza, así que salte sobre el destartalado sofá para recostarme y cerrar los ojos un momento. No pasaron ni un par de minutos cuando la puerta del baño se abrió con ese ligero chirrido.
Eny salió y sentí un golpe en mis recuerdos de joven, ya no tenía ese traje que llevaba puesto, ahora era una falda violeta con una camisa de licra blanca tan ajustada que le marcaba todo su torso en una espectacular figura de modelo. Ya no tenía esa máscara horrible puesta, su cabello era corto, parecía un hongo, Sus ojos ya no brillaban en rosa, ahora eran de un café muy claro... Era idéntica a la Eny que conocí de niño, la que me acompañaba a los lugares más lejanos y peligrosos de mi jardín, con la que pinte el cuarto de mi madre y termino siendo un desastre, ese día me castigaron por una semana prohibiendo me verla, pero aun así me escapaba para jugar con ella. La pequeña Eny que cargue en mis hombros camino a casa por que se había caído en el trayecto y lastimado el tobillo, la que consolé por horas cuando su perra "Estrilla" murió... La Eny de mi infancia estaba justo frente a mi, pero con un rostro más maduro y lleno de recuerdos tanto gratos como dolorosos.
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Belluz
FantasyBelluz Pertenece al clan de los Dram, conocidos por robar objetos raros... "oye, oye ¿Qué crees que esta haciendo?" describo la historia para que la gente sepa de va. "Eso ya lo se idiota, me refiero a porque cuentas mis intimidades." la gente tien...