Epílogo: La estrella caida

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La ciudad estaba en estado de caos total. La tormenta arrasaba con todo destruyendo allí donde tocaban. Los Inhukis mataban a diestra y siniestra. La ruptura se hacía más grande y poco a poco irá consumiendo el planeta. Y lo más importante. Belluz. Muerto. Ahora podré seguir mi plan.

-El no está muerto.

-¿Que te hace decir eso? Eva.- Sus mejillas estaban húmedas y caían gotas al suelo mientras seguía suspendida en la burbuja de aire.

-El no perdería una pelea. Yo sé... Yo sé que él se levantará...

-¿Eso crees? Mmm vamos a ver.- me acerque al cuerpo. Notablemente estaba muerto. Pálido y sin luz en los ojos viendo hacia la nada. Converti mi mano en aguja y lo atravesé por segunda vez en el pecho. Sonó un crujido muy fuerte, creo rompí algunos huesos. El grito de Eva me hizo voltear a ver la, está lloraba a ríos.- No te preocupes, pronto te reunirse con el... O eso creo. No estoy seguro si su cielo sea el mismo que el tuyo.

-¿Por qué lo haces?- me preguntó apenas con un hilo de voz entre llanto.

-Es difícil de explicar, pero solo te diré algo. El me lo quito todo y ahora yo se lo quitaré y ahora que no está es mi oportunidad para forjar el reino que desee y que el me impidió crear.

-Dime una cosa.- Eva dejó de llorar y me volteó a ver con esos ojos rojos de tanto lloriquear.- ¿Por qué el? ¿Por qué usas su imagen?

-Ja. chica lista.

BelluzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora