Belluz

Estruendo

Ese día en el parque me lleno de dudas lo que vi en el encabezado y no fue hasta que en la televisión anunciaron una oleada de robos por una persona extraña. Las imágenes que pasaron en ese momento hicieron que lo confirmará. Una chica mirando fijamente a la cámara, con ese color de ojos que me eran tan familiares. NO lo pensé dos veces. Tenía que ser ella.

Esa noche estaba solo, pues Eva solía trabajar los fines de semana en el bar, al cual decidí visitar.

Entre como siempre, y me fui directo a la barra donde estaba mi buen amigo Joey.

-¿¡Hola, como estas!?- Le salude con entusiasmo, pero me ignoro. Como era de esperarse.-amigo, dame un trago, el más fuerte...

Voltee a mi lado y había un tipo platicando con una mujer muy atractiva de cabello rubio. Pillo. Esta noche hay acción, ¡eh!

-Con tu permiso voy a robarme esta bebida.- Me lo tome de largo para darme valor y lo deje en su lugar. Uff . Rico.

Cuando el sujeto volteo de nuevo a su vaso miro rápidamente al cantinero.

-¿Estas jugando conmigo?-Le dijo con una voz ronca y firme.

-¿Disculpa?- Le contesto Joey

-Me cambiaste un vaso lleno por uno vacío. ¿Crees que estoy la suficientemente ebrio para no darme cuenta?

-Señor, no se de que me habla.-Dijo al voltear a verlo. -Si esto es alguna treta para no pagar, le aviso que no servirá...

-¿¡Treta!? ¿¡No pagar!?- Parece que esto se puso al rojo vivo. Se colocó en una posición agresiva.

Yo, por otra parte me incline sobre la barra y tome una botella para beber mientras veía el espectáculo. Después de cruzar un par de insultos Joey saco el bate (el mismo con el que me amenazó Eva el primer día en que la vi) y decidió sacarlo del bar de una vez por todas, yo ya llevaba la mitad de la botella, ya empezaba a ver doble.
Joey. Al final perdió las casillas y rodeo la barra para ir directo a este sujeto, pero en lugar de huir lo afronto cara a cara como todo un hombre, pero eso no hizo que se llévate un buen batazo en el brazo y otro en la pierna. Este cayó al suelo con un gemido. Me sorprenden que haya aguanto tal golpe.
Creó que tendría que darle un par de consejos.
Me acerqué algo tambaleante y me incline para hablarle cara a cara.

-Mira mi amigo, yo te recomiendo que...

De pronto todo se oscureció y un dolor me exploto justo en la nariz y el labio superior. No tardo en aparecer ese sabor metálico en la boca.

-¡Ya basta Ustedes dos!-Esa voz...

-¡Quítate niña!

-Basta. Hágame el favor de retirarse.

-¿¡Cómo que retirarse!? ¡No hasta que me page!

-Yo te lo pago Joey, pero ya basta.

Todas esas voces me hacían un lío en mi cabeza. No podía concentrarme por culpa de este dolor que aumentaba gradualmente. De pronto todo quedo en silencio y se convirtió en algo que sonaba a lo lejos.

-¿Tuviste algo que ver con la pelea?- Esa voz. Un olor a Alcohol llamo mi atención. Procedía de algo suave que golpeaba mi labio superior repetidas veces. Aun no podía abrir bien mis ojos, pero podía ver entre las pestañas una silueta tan familiar. Pero ella ya no estaba. ¿Seria un sueño? Tenía que preguntarlo para confirmar.

-¿Eres tu? ¿Debo de estar soñando?

-Estas borracho. Eso es seguro. ¿Un sueño? Emm... No.

-Pensé que te había perdido.