Y es que los niños son niños hasta que dejan de serlo.
Poco a poco, fue creciendo, y pasaron dos grandes cosas.
Primero, lo llevaron con el resto de toros. No me habría imaginado nunca, que ese momento llegaría tan pronto, pero llegó. Y ya no sólo le alimentaba a el, ahora alimentaba a más animales.
Pero la ventaja, es que el me buscaba mas.
Y un día, un día de verano, que todos los demás empleados estaban de vacaciones, me fui a dar un paseo con el. Solo con el.
Y después de mirarle a los ojos, después de que sus cuernos me provocaran miedo, monte sobre su lomo y di el mejor paseo de mi vida.
ESTÁS LEYENDO
No mires al rojo
Truyện NgắnElla trabaja en un sitio muy peculiar y se ha encariñado de algo de lo que no se debería encariñar... Esta historia puede desencadenar polémica, si vas a comentar algo, hazlo desde el respeto y poniéndote el la piel de otro. Gracias