Y antes de que pudiera acercar mi mano a su lomo y le susurrarle un adiós, lo metieron dentro.
No sabia a donde se lo llevaban y por intentar que no falte.
-¿Donde los van a llevar?- Sinceramente, no tenia fe en que el conductor me contestara, pero, sorprendentemente, lo hizo.
-Pa la palaza de toros del pueblo de al lao - Y no supe como reaccionar. - Pasao mañana es la corrida a las seis de la tarde empieza. Yo también tengo gana de ve a los bicharracos en acción.-
Muda me quedé - ¿Te veo en la corrida?-
- Supongo- Me sonrió, intente sonreirle y se fue conduciendo su camión con unos toros destinados a la muerte.
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No mires al rojo
Short StoryElla trabaja en un sitio muy peculiar y se ha encariñado de algo de lo que no se debería encariñar... Esta historia puede desencadenar polémica, si vas a comentar algo, hazlo desde el respeto y poniéndote el la piel de otro. Gracias