Rabia

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Y como alma que lleva el diablo, fui directa a donde no me llamaban.

Fui a comer allí, no iba a arriesgarme a que no quedaran entradas y me quedara sin despedirme.

Comí un sándwich mixto y un trina sin hielo. Estaba al lado de la ventana. Y jamás se me olvidara esa imagen, jamás.

Vi al camión acercarse a la plaza y descargar a los toros, vi como todo el mundo los miraba, miraban a mi Enzo.

Mi príncipe

Era mio, yo lo había criado yo lo había educado, yo había jugado con el. Y la rabia invadió mi cuerpo.

No mires al rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora