Capítulo 16

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Cap

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Cap. 16

Todo estaba listo para la celebración más importante del reino de los druidas y el de las hadas.

Scarborough se encargó de todo lo necesario para ataviar a la hermosa novia.

Zarina apenas podía creerlo.

- Te ves muy hermosa, amiga- sonrió Meredith.

- Todavía no me imagino como la esposa de Ichabod, pero es lo que más anhelo.

- Verás que todo saldrá bien, Zarina. Él te ama mucho y serás muy feliz.

Zarina tomó de las manos a Meredith y le dijo.

- Gracias, amiga mía. Sin tu ayuda no hubiera podido verme libre del clan Daghda.

- No digas eso, tú me salvaste la vida primero. Y a pesar de que fuimos como rivales, ahora creo que no encontraría mejor amiga que tú.

- No eres sólo eso, eres mi hermana.

Se dieron un abrazo.

- ¿Y tú y Jack? Dime, ¿te irás con él?

- Después de tu boda, dijo que buscaríamos a mi padre.

- Mientras tanto aprovecha el tiempo y viaja con él. Dime, tú lo quieres, ¿cierto?

- Sí, pero lo quiero así como es, libre, y sé que siempre vivirá así.

Las hadas las urgieron para que se apresuraran por el que novio ya debía estar inquieto.

En tanto Ichabod esperaba. Jack estaba con él.

-	¿Por qué tardará tanto?

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- ¿Por qué tardará tanto?

- Las mujeres, sean hadas o humanas, siempre tardan así- reveló Jack.

- Te consideras experto en mujeres, Jack- observó el druida.

- Algo así- continuó Jack- podría contarte tantas cosas pero...ya te vas a casar.

Ichabod sonrió y agradeció.

- Me alegra haberte conocido, gracias por todo lo que hicieron tú y Meredith por mí.

- No tienes nada que agradecer, en realidad todo se dio, no fue mi intención ayudarte. Además, ya no hagas que me abochorne.

- Por cierto, ¿llevarás a Meredith con su padre?

- Lo intentaré, aunque créeme que lo que más deseo ahora es estar con ella.

- ¿Por qué no te casas, Jack? Yo sé que la quieres.

- Será mejor que no me sigas dando malos consejos, Ichabod. Oh, mira, ya viene.

La novia se veía muy hermosa. Jack sólo tenía ojos para Meredith e Ichabod para Zarina.

Después de una hermosa ceremonia, Zarina oficialmente llegó a ser la esposa de Ichabod.

La fiesta comenzó. Hubo baile, hidromiel y regalos entregados a la feliz pareja.

Mientras celebraban, Meredith fue con Zarina y le dijo mientras el novio bailaba con sus hermanos druidas.

- Zarina, perdóname...Jack y yo nos iremos. No le digas nada a Ichabod, sólo despídenos de él.

- ¿Por qué no se quedan más tiempo?- preguntó el hada.

- Jack dice que no le gustan las despedidas y yo quiero irme cuanto antes con él. Pero quizás algún día volvamos a vernos.

- Eso espero, hermana.

Se dieron un abrazo y ella se marchó.

Jack esperaba en la orilla de un gran lago.

- ¿Lista, hermosa?- preguntó el capitán Sparrow.

- Así parece...este lugar es un verdadero paraíso.

- No querrás ser un hada o una druida.

- No exactamente, pero sé que comparto una gran amistad con una de ellas y también un gran cariño con uno de ellos.

- Yo también los extrañaré. En fin, vámonos ahora.

La ayudó a subir al barco.

La tripulación se había marchado durante el trayecto, en vista de que no tenían ninguna seguridad sobre a dónde ir.

La tripulación se había marchado durante el trayecto, en vista de que no tenían ninguna seguridad sobre a dónde ir

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- Al fin solos- dijo Jack- tenemos el Perla para los dos- sonrió.

- ¿En serio?- preguntó ella.

- De verdad...podemos aprovechar muy bien el tiempo, ¿savy?

- Quizás pero...¿y quién guiará su barco, capitán?

Entonces una luz rodeó el Perla y la magia desplazó el navío hacia el derrotero que Jack había escogido – vamos hacia el horizonte. Ahora, milady, venga conmigo.

Entraron a su camarote. Jack la tomó por la cintura.

- Hermosa, pensé que te perdería.

- Pues no se te hizo.

- Mira lo que traje del reino druida- señaló una hermosa joya.

- Jack, ¿la robaste?

- No, Ichabod me la regaló para ti.

- Es hermosa- dijo ella.

- Ven...yo te la pongo. Te verás muy hermosa con ella...y sin todo lo demás- sugirió.

- Jack...-susurró mientras la besaba intensamente.

Tras hermosa noche, viajaría hasta el momento de volverse a encontrar con su padre. Pero Jack aprovecharía bien el tiempo con aquella joven que era tan hermosa como un hada para él.

FIN


Hadas, druidas y piratasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora