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Cap. 4
Zarina se había recuperado. El dolor había cedido pero se había quedado intranquila. Y ahora debía volver para entrevistarse con Jack.
Pero éste no cedería tan fácilmente. Le había dicho que actuaría sola. Y Jack no era de los ue cejaba en su intento.
Luego recordó un poco de lo sucedido cuando la conoció:
"Zarina comenzaba a adquirir fama. Un hada pirata, algo que no se había visto antes.
Jack la encontró en las inmediaciones de Port Royal. Perimero pensó que soñaba, pero ella le reveló su forma humana y le preguntó.
-¿Eres Jack Sparrow?
- Sí, ¿en qué puedo servirte, linda?
- El capitán Teague me ahbló de ti.
-¿Qué tienes tú que ver con mi pare?
- Nada, él invocó a las hadas, yo aparecí, me pidió un favor y se lo hice, pero a cambio le exigí un pago.
-Ya veo que no eres precisamente muy generaosa.
- No exactamente. Y él me dijo que eres el indicado para pagarme.
Jack giró los ojos.
- Mi padre, siempre haciéndome pagar deudas ajenas. En fin, ¿qué quieres como pago?
- Un amuleto del mar. Uno que brilla en las noches de luna y que da poder.
- Bien, pero ya que voy a saldar una deuda ajena, al menos quiero obtener algún beneficio.
- Pues...si me ayudas, puedo darte algo muy...agradable- susurró sobre sus labios.
Jack accedió. El hada era hermosa y muy atractiva. Además, era un ser fantástico y se decía que solían ser intensas y apasionadas.
Así que se dispusieron a viajar.
Encontraron el amuleto encallado en una roca. Y cuando lo hubo tenido, esa noche Zarina hizo degustar a Jack las mieles del pasión.
Jack era un amante perffecto. Ella había disfrutado mucho de sus atenciones. Desdeentonces se habían hecho amigos y cómplices.
Pero Jack era voluble y actuaba paa sus propios fines. Durante un tiempo no tuvieron tratos y cuando él la necesitó, ella no quiso ayudarlo."
Y justo ahora era ella quien lo necesitaba.
En esos pensamientos estaba cuando vio un bulto en el agua y escuchó algunos gritos.
-¡Pronto! ¡Hay que sacarla!
-¿Qué sucedió, capitana?
- ¿Es algún tesoro?
- No exactamente, es una mujer. Hay que subirla, rápido.
La tripulación tuvo que rescatar a aquella joven, muy a su pesar. Suficiente era tener una capitana del sexo femenino como para acpetar otra mujer a bordo. Pero bien sabían que si algo caracterizaba a Zarina, era el ser solidaria con las mujeres, aun cuando sólo fueran humanas.
La chica fue puesta en cubierta. Zarina la llamó.
- Despierta, estás a salvo...
La joven desertó y se tranquilizó por la sonrisa y el rostro amable del hada pirata.
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Una vez arriba y en mejores condiciones, Zarina le hizo varias preguntas.
- ¿Qué te sucedió?
- Estaba ahogándome. Un navío pirata atacó el barco donde iba con mi padre de vuelta a inglaterra. Él es un honesto marino. Prometió traerme en uno de sus viajes como regalo de cumpleaños. Acabo de cumplir dieciocho, ¿sabes?
- Qué curioso. Yo ya tengo más de cien y aun soy una jovencita.
- ¿Cien?
- Sí, linda, soy un hada, un hada pirata.
Al escuchar la palabra pirata, la joven se turbó. Pero Zarina le aclaró.
- Tranquila, no tienes que temer. Mi nombre es Zarina y quiero ayudarte.
- Me llamo Meredith. Gracias por salvarme.
- De nada.
- ¿Y hacía dónde vas?
Zarina entonces le explicó.
- Voy hacia un puerto llamado Tortuga. Tengo que ver a un señor pirata, pero prometo llevarte de vuelta con tu padre.
- ¿De verdad? Muchas gracias, Zarina.
Luego dio indicaciones a su gente.
- A partir de este momento, respetarán a la muchcha y la tratarán con deferencia. Una vez obtenido la ayuda que buscamos, llevaremos a la jove de vuelta con su padre.
La tripulación dudaba. Zarina lo sabía pero seguía firme en su empeño.
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Jack ya había vuelto a Tortuga y trataba de congraciarse, por separado, claro, con Giselle y con Scarlette.
Ellas ya habían quedado de acuerdo en no ceder. Así que Sparrow tenía dificultades para convencerlas.
- Esas dos me exasperan- revelaba.
- Bueno, mientras eso pasa, averigua lo más que puedas sobre lo que buscamos.
- Y beberemos ron y llevaremos suficientes provisiones, ¿savy?
