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A mis  15 años seguía sin entender claramente los pensamientos de Kookie hyung, pero ya no era tan importante el tener que decifrarlos.

Creía que el agradecimiento que le daba era el correcto, pagando con mi cuerpo la hermosa atención que me brindaba. Las bellas palabras  que salían de su boca cuando terminaba de penetrarme, "Yoonnie, cariño, eres lo más precioso de mi vida", era como una melodía dulce para mis oídos.

Tal vez hacer cosas de adultos estaba bien, yo ya era un niño grande, aunque seguía siendo muy inocente y estúpido según las palabras de Namjoon cuando hablaba con Hoseok en los baños.

Pero no me importaba, ya no. Sabía que hyung lo hacía porque me amaba, realmente me amaba y yo sentía lo mismo por él.

Cada mañana al despertar veía su rostro junto al mío, me tomaba la molestia de acariciar sus cabellos y dejarle besitos en la cara hasta que despertara.

"Cariño, no seas un niño travieso y vuelve a dormir" me decía con sus ojos cerrados manteniendo esa sonrisita de conejo que me iluminaba.

Pero todo cambió de un día para otro.

Aquella noche, extrañamente hyung llegó ebrio, era algo inusual, Kookie nunca había llegado en tal estado. Entró por la puerta principal azotandola fuértemente, maldecía con voz alta y rompía cosas que encontraba a su paso.

No mentiré, aquello me asustó mucho, tanto que decidí meterme a la cama y fingir que dormía.

Entró a la habitación repitiendo las mismas acciones del principio, cada vez me encogía ennmi lugar abrazando a aquél oso que aún conservaba.

—Yoo-Yoon Gi ¿Estás durmiendo? —Su voz ronca por el alcohol me provocó un escalofrío.

No contesté.

Me llamó varias veces y yo seguía sin responderle, pensando que tal vez se aburriría y me dejaría en paz ésta noche. Pero no fue así.

—¡Con una mierda Yoon Gi, ¿Acaso no te he hablado? —Me tomó le los hombros sacándome de la cama.

—Hy-Hyung, tra-tranquilo.

—¿Acaso no has escuchado que te he llamado? —Su fría voz me causaba corrientes eléctricas.

—Yo, estaba durmiendo hyung.

—¡Pretextos! —Me sacudió —Eres un niño malo Yoon Gi, ¿Y sabes que les pasa a los niños malos? —Negué con mucho miedo —Reciben su castigo.

Con suma fuerza me arrojó hacia el piso sacándome todo aire de mis pulmones. No sabía que estaba pasando, tenía un shook mental en aquél momento pues hyung nunca me había tratado de tal manera.

—Tú, maldito mocoso —Comenzó a desabrocharse el cinturón —Te he malcriado demasiado Yoon Gi —Se sacó por completo el artefacto —Pero ahora recibirás tu castigo pedazo de imbécil.

Y me dio un azote, uno, dos, tres, cinco, siete. Mi espalda ardía como el puto infierno, el hilo de sangre salía por mi nariz por la fuerza, no podía nisiquiera ponerme de pie.

—Hy-Hyung, ¿Por qué haces ésto? —Gimotié tratando de que las palabras pudieran salir.

—¿No lo entiendes? ¡Estoy harto de tí! He pasado los últimos cuatro años a tu lado que ahora lo único que me provocas es aburrición.

Sentía que todo se desmoronaba en mi interior, los golpes eran lo menos que me dolía en éste momento.

—¿Por qué Kookie? ¿Por qué me haces ésto? —Lloriquié.

—Cállate pedazo de basura —Me tomó de los cabellos jalándome hacia la cama de nuevo —¿Acaso quieres que te escuchen todos?

—¡Hyung! ¡Basta!

—¡Te he dicho que te calles zorra! -Sentí su pesado puño clavarse en mi labio inferior reventándolo por completo —Con que te gusta gritar perra asquerosa, ¡Pues te haré gritar!

Bajó sus pantalones y me quitó la ropa a rasguños. No quería que me tocara, no quería que me hiciera daño, ¿En dónde estaba el hyung que me acariciaba delicadamente?

Se adentró de mi sin cuidado, no le importó cuanto daño me podría provocar.

—Uhhm, maldita perra ¿Cómo es que puedes estar tan apretada después de que te he cogido por años?

No sé que era lo que más dolía, los golpes, las penetraciones o las asquerosas palabras que salían de su boca.

💀


—Demonios Yoon, ¿Cómo puedes aguantar ésta mierda? —Hoseok limpiaba la sangre seca que se había quedado en mi espalda.

—No lo sé —Chillé.

—Ésto está mal, muy mal Yoon, ¿Desde cuándo te ha estado haciendo ésto? —Namjoon daba pasos fuertes que retumbaban por todo el baño.

—No lo sé.

—¿Cómo no vas a saberlo? —Exaltó Hoseok.

—¿Y desde cuándo les importa? Ustedes fueron quienes me abandonaron, ¿Ahora pretenden preocuparse de mí?

Sus caras decayeron al escuchar éstas palabras.

—¡Sólo metanse en sus asuntos! —Tomé mi bata y la coloqué con cuidado.

Salí de ahí más roto que nunca, odiandome más, aumentando las ganas de morir. 

💀


Después del cruel acto que Jungkook había provocado, los días eran diferentes.

Un año, tuve que soportar un puto año en que Jeon me golpeaba hasta desmayarme. Las noches en que llegaba ebrio eran las peores de mi vida, tenía que soportar su maldito comportamiento, su asquerosas manos sobre mi cuerpo, su aliento a vodka profanando mis fosas.

Pensé que tal vez la primera vez que lo había hecho fue un error, que el alcohol lo había cegado por completo pero no fue así.

Todo era real, aquellas palabras lindas se convirtieron en puñales , sus caricias ahora  eran golpes, todo ahora era una puta mierda. Vivir en el mismo infierno sería más cómodo.

Recién cumplía los 16, todo rastro de aquella inocencia que me caracterizaba había desaparecido por completo.

Entendí que aquello que llamaba "amor" no era más que una puta obsesión que tenía él hacia mí. Que todo aquello no era más que las putas ganas de violarme día tras día, abusando de mi estúpida inocencia. Regocijándose de mi cuerpo a costa de mi ineptitud, todo estaba planeado desde un principio. Desde aquellos tratos buenos cuando lo conocí, hasta los asquerosos privilegios.

Ahora entendía el por qué nunca dejaba que me adoptasen, el por qué siempre me escondía cuando las parejas que querían adoptar interactuaban con los demás.

Pensaba que estaba bien, creía que todo aquello que él decía era lo correcto.

No sabía a quién odiar más, a él por hacerme tanto daño durante años, o a mí por ser tan estúpido.

Desde mi cumpleaños Jungkook se alejó, ya no dormía con él, compartía habitación con Jackson; otro niño huérfano. Por las noches ya no me tocaba, ya no llegaba ebrio ni enojado, ni siquiera volteaba a verme. Esas oscuras noches de alcohol ahora eran reemplazadas por sonrisas y un buen humor como al comienzo de mi propio infierno.

Pero yo no era el causante de eso y no sabía si sentirme aliviado o preocupado porque yo ya no era el motivo de la enferma felicidad de Jungkook.

BROKEN; Donde viven las historias. Descúbrelo ahora