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—Y bien... ¿Qué esperas para decirme que hacías en la habitación de YoonGi?–Jungkook lo había sorprendido saliendo de la habitación del menor.

—Yo...Es que yo...–Hoseok se removió nervioso, sus manos comenzaron a sudar y empezó a morder su labio un poco paranoico. El mayor le intimidaba en cierto modo.

—Sigo esperando.

—Y-yo...¡Tuve pesadillas Hyung!–el pelinaranja debía de reconocerse como buen actor pues de la nada comenzó a llorar como si fuese nada para él.—Pesadillas muy feas y vine con YoonGi porque no podía dormir.

Jungkook al principio no creyó ése cuento pero al ver que Hoseok no paraba de sollozar le sonrió con ternura, se agachó un poco para ver su cara y limpiar las lágrimas que rodaban por sus mejillas con ambos pulgares. Sonrió mostrando sus particulares incisivos. El menor lo reconocía, su Hyung era bastante atractivo y guapo pero éso no era justificación para no odiarlo. Él lo detestaba más que nadie, nunca le perdonaría todo el daño que le había hecho a su chico de cabello menta.

—Ven aquí.–lo abrazó por los hombros. Se tomó el tiempo para llevarlo a su habitación e incluso lo arropó deseándole dulces sueños.

Jungkook siempre había tenido atenciones con todos, claramente con unos tenía tratos especiales y eso se notaba con YoonGi y ahora Jimin. Por éso no le sorprendía que hiciera aquello.

Jungkook bajaba las escaleras con mucho cuidado. Se dirigió hacia la cochera donde se encontraba su auto y sacó un pequeño maletín. Entró a su despacho cerrando con seguro y prendió un cigarrillo hundiéndose en la cómoda silla giratoria.

Abrió aquél artefacto con lentitud y sacó un sobre rosado con varias fotos. Tocó el fajo con sumo cuidado deslizandolas una a una, apreciando el contenido. Sus ojos se hacían más grandes y brillosos con cada foto que se revelaba ante él.

La erección en su pantalón se estaba haciendo presente y le dolía un poco pues admirar la incomparable belleza de Jimin plasmada en papel era de lo más excitante para el castaño.

No podía creer la belleza neutra que podía tener aquél pequeño. Simplemente tenía todo lo que cualquier persona con gusto exquisito desearía. Desde sus finas facciones de la cara, hasta su pequeño y delgado cuerpo, todo era hermoso. Incluyendo sus ojos color marrón, su pequeñita nariz y sus regordetes labios.

La erección se presenció aún más así que decidido, guardó todas las fotos en el maletín a excepción de una donde Jimin salía con un pijama completo y sonriendo mientras se balanceaba en un columpio. Volvió a subir las escaleras y miró hacia ambos lados percatándose de que no hubiese nadie rondando al rededor, Hoseok por ejemplo. Entraría a ésa habitación, la que le pertenecía a Min YoonGi, su fiel acompañante y pequeño. Su maldita perdición de años.

Caminó hacia la cama con pasos lentos, la viva imagen de YoonGi dormido, abrazando a su pequeño kumamon de felpa con un ligero hilo de saliva resbalando por su mejilla le pareció increíblemente lindo.

Pero no lo suficientemente, no sería capaz de comparar la belleza de Jimin.

YoonGi se removió un poco en la cama dejando que las sábanas se levantaran junto a su camisón del pijama exponiendo su pene ante la merced de Jungkook. El mayor no pudo evitar ver aquello como algo perfecto, así que con calma se bajó un poco el pantalón sólo para liberar aquella terrible erección que le está estorbando de rato.

Tomó con delicadeza el miembro del menor para masajearlo un poco, poco a poco la erección nacía en el menor mientras que la de Jungkook se endurecía más. No era de extrañar que YoonGi no despertara ante el tacto, tenía el sueño bastante pesado.

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2017 ⏰

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