Starboy ● Justin Bieber

Capitulo 7

"Sorpréndeme."

Me asomé al balcón que daba a la calle, se veían las montañas de Los Angeles y a pesar de que a esas horas de la noche hacía algo de frío, el suave viento chocando con mi cara no me desagradaba para nada.

Es más, me tranquilizaba y era lo que más necesitaba en ese momento.

La prensa se había hecho eco de aquellas fotos del club y no paraban de pasarlas en los programas de televisión de cotilleo haciendo que el asunto cada vez adquiriese más importancia. Gracias a Dios, a pesar de estar en varios medios, nadie había dado conmigo y con quién era.

Agradecía haberme ido nada más dejar a Justin allí plantado y haberme librado de las decenas de fotos que me hubieran hecho seguramente al reconocerme como "la chica con la que coqueteaba Justin Bieber"

Fue entonces cuando recordé la conversación con mi tío nada más venir de comer hacía dos días con Hannah de aquel restaurante en el que me lo había vuelto a encontrar.

Nada más entrar por la puerta de casa, pude sentir la tensión que había hasta la entrada. Hice una mueca y me dirigí hacia la puerta de la cocina para encontrarme con mi tío Mike, su cara no denotaba alegría ni mucho menos, más bien lo contrario.

Parecía bastante nervioso y enfadado.

—¿Se puede saber qué hacías en 1OAK la otra noche?— Preguntó tirando la revista en la encima de la cocina, justo delante de mi.

Suspiré y lamí mis labios con nerviosismo mirando la portada de la revista en la que él trabajaba. La cogí entre mis manos y observé la portada.

"¿Justin Bieber tiene nueva conquista?"

—Mike, yo— Me interrumpió antes de que yo pudiera decir algo.

—¿Tú qué? ¿Te lo pasaste muy bien en la fiesta de los padres de Hannah? No sabía que celebraran cenas de negocios en un club que utilizan los famosos como picadero.—

Fruncí mi ceño. —Es un club normal y corriente, Mike. Deja de exagerar las cosas.— Dije algo de mal humor ya.

—Ariana, sé cómo va este mundillo, créeme.—

Alcé mis cejas. —Tú siempre lo sabes todo.— Tiré la revista encima de la mesa y quedó justo en frente de él. —Sólo fui a divertirme con unos amigos y con Hannah, nada más. Quería despejarme y salir un rato, lo necesitaba. No creo que haya matado a nadie ni cometido un delito.— Dije con seguridad en mis palabras.

—¿Y por qué narices me tienes que mentir?—

—¿Me hubieras dejado ir a ese club tú? Porque no lo creo.— Suspiré. —Tengo 23 años y soy lo suficiente mayorcita ya como para saber lo que hago o dejo de hacer con mi vida.— Comenté con rabia en mi tono de voz.

—Pues está claro que no sabes muy bien lo que haces con tu vida.—

Aquel comentario se me clavó en la espalda, cómo una daga. —Así que por salir a divertirte significa que no sé lo que hago con mi vida... entiendo.— Comenté con sarcasmo.

—¿No entiendes que te intento proteger de esa gente?— Preguntó con incredulidad en su mirada.

—Esa gente te da de comer.— Solté frunciendo mi ceño.

—A esa gente le importa una mierda los sentimientos de los demás, se encaprichan con las personas y hasta que no consiguen lo que quieren, no les dejan en paz. Llevo diez años en esto, sé de lo que hablo.— Tensó su mandíbula. —Estaba convencido de que estabas en una fiesta con los padres de Hannah... Y, ¿qué pasa cuando me envían el número de esta semana?— Se acercó hacia la mesa para mirarme a lo ojos atentamente.— Me encuentro con que mi sobrina me ha engañado y se ha ido con Justin Bieber a sabe Dios qué.—