♦CAPITULO 3♦

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No.... No podía ser, el había caído junto a balrog... Yo lo vi con mis propios ojos. Vi... Vi como caía.

Pero ahí estaba, ya no era Gandalf el gris ahora era saruman.

-Gandalf.... - Susurre acercándome, el me miró y sonrió apenas - ¡POR DIOS ESTAS VIVO! - Exclamé de felicidad mientras saltaba a sus brazos. Gandalf se sorprendió por el afecto pero respondió. - No sabes como me sentí al verte caer - susurre con las lágrimas acumuladas - Yo... Creí que habías muerto- dije en un hilo de voz para abrazarlo con más fuerza.

-No puede ser...- murmuró Aragorn. Me separe de Gandalf y me coloque a su lado sin borrar mi sonrisa. Encerio era el, y estaba vivo, ahora, con nosotros.
- Perdoname, te confundí con saruman - se disculpo legolas arrodillandose ante el. Valla eso si era digno de fotografiar.

- Soy saruman... O como saruman debía ser - contesto.

- Tu caíste- dijo Aragorn sin creerlo.

-Entre fuego y agua. Desde la abismal mazmorra hasta la más
alta cumbre hice frente al Balrog de Morgoth. Hasta que al final abatí
a mi enemigo y esparcí sus restos por la ladera de la montaña.
La oscuridad me llevó y perdí la noción del tiempo.
La estrellas sentía en el firmamento y cada día era largo
como una edad en la tierra. Pero no fue el fin. Sentí vida de nuevo
en mí. Se me ha devuelto aquí para completar la tarea.- explicó Gandalf.

Todos lo mirábamos asombrados mientras relataba su no muerte.

- Gandalf - murmuró Aragorn acercándose a el.

- ¿Gandalf?...Sí... así solían llamarme-

- Gandalf- repitió con una sonrisa Gimli.

-Gandalf el gris, ese era mi nombre....Soy Gandalf el Blanco. Y en los albores de la tempestad vuelvo
a vosotros.- dijo el mago.

Yo solo no me podía contener, era tal al emoción que sentia que estallaria en cualquier momento.

- Selene... Bellos son tus ojos - me alago Gandalf mirándome. De seguro estaban amarillos.

- Estoy feliz, en verdad creí que tendría que pasar al otro lado para volverte a ver - confesé sin borrar mi sonrisa.

- Y casi lo consigue- comento Gimli llamando la atención de Gandalf - Valla forma que tienen ustedes dos de jugar con la muerte, asustarnos de la peor manera y volver como si nada- se quejó el causando que ria.

- Saliste de la oscuridad al igual que yo... La única diferencia es que tu no sabes aun como - dijo Gandalf, a lo que negué.

- La verdad no, pero no pienso mucho en ello, solo me alegro por volver a la vida - respondí, a lo que el asintió y comenzó a caminar haciéndonos una seña para que lo siguiéramos.

- Una etapa de vuestro camino ha terminado, otra comienza. La guerra ha llegado
a Rohan, debemos cabalgar a Edoras a galope tendido.- explicó Gandalf caminando apresuradamente.

- ah- di un pequeño grito al tropezar con una raíz salida.

- Tam ciega eres, fijate por donde vas casi me aplastas- gruñó Gimli ayudándome a estabilizarme. Sonreí nerviosa y me encogi de hombros.

- Lo siento, intentar seguirle el paso a Gandalf no es fácil, camina muy rápido - me escuse llendo detrás de él.

El cambio de aire fue brusco al salir de los bosques, allí era denso, freno y puro, aquí era liviano pero profanado con el olor de la muerte en todos lados, más si los cuerpos de los ríos quemados estaban a unos metros nuestros, el olor se esparcía con facilidad.

Una luz con doble poder - Legolas Y Tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora