Una luz con doble poder - Legolas Y Tu-

♦CAPITULO 11♦

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La esperanza de poder ganar era mayor entre los hombres de Rohan, ahora que los elfos de Lothlorien venían en su ayuda. Y para mi, pues una pequeña parte de mi, gritaba de felicidad al haber una posibilidad de ganar, pero la otra (que era la mayor parte) se negaba a creer que podríamos ganar esta guerra. Solté un gruñido de fastidio ante mis pesimistas pensamientos ¿como podía pensar de esa manera? Siempre había sido muy positiva, pero ahora... Ahora sentía que todo lo que creía era solo un engaño para no ver la realidad del asunto, y me enfurecia.

-¡Todos en posiciónes!- grito Théoden antes de que el silencio se posaba sobre nosotros. Camine por la escalera de caracol hasta la cima de la torre del abismo de helm. Estaba sola, en medio de la oscuridad viendo desde lo alto como el ejercicio se acercaba cada vez más. Cerré los ojos, preparándome mentalmente y emocionalmente para afrontar lo que venía. Mi cuerpo se desvanecía por momentos ante la utilidad de magia que había gastado, pero aún me mantenía firme en el lugar.

-Mənə və azadlıq üçün mübarizə edən hər kəsə mənə atanın hekayələrini verin- ( dame fuerzas padre, a mi y a todos lo que luchan por la libertad) murmure colocando mi flecha apuntado hacia los enemigos. Un trueno sonó fuertemente haciéndome resaltar del susto, la mano me tembló pero me forze por mantener la cordura.

La lluvia comenzó a caer sobre nosotros empeorando aun más el asunto.

Los gritos de Aragorn apenas se oían desde mi lejanía y altura, aun así podía describir con las acciones lo que trataba de decir. En medio de una orden las flechas se soltaban en dirección hacia los orcos que veían corriendo con rapidez. Varios de ellos cayeron y lanze mi flecha con algo de titubeó en uno de ellos matandolo al instante. Era un fastidio total estar en esa torre con una pésima vista. Deje salir un gruñido , apunte y solté la flecha en otro orco. ¿Porque rayos estaba aquí arriba en vez de estar abajo junto a ellos? No podía dejarme llevar por la cobardía y el miedo en estos momentos. Varios cuerpos cayeron sin vida de la fortaleza y unas escaleras hechas de madera se colocaron sobre las paredes del abismo. Los orcos comenzaron a escalar en ellas para traspasar hacia el otro lado. Apunte devuelta y solté otra flecha en uno de ellos que casi llego a pasar, pero eran demasiados.

- Estoy harta de todo esto- masculle bajando por las escaleras devuelta abajo. Sentí como la energía volvía a mi cuerpo con cada paso que daba. No llegue a bajar por completo, por lo que me quede en quinta ventana de la torre para tirar más flechas. Los orcos ya habían cruzado al otro lado, en donde elfos, hombres y orcos comenzaron a luchar a mano de espada. Tiraba flechas con rapidez para matar a la cantidad mayor posible. Una flecha paso por el lado se un orco que enseguida vio para mi lado, tratando de descubrir de quien era. Me escondí y con el rabillo del ojo vi como apartaba la mirada. Enseguida le lanze una flecha en la espalda matandolo. Sonríe satisfecha y seguí con el mismo trabajo.

El grito de Aragorn me desconcentro y dirigui la vista a de donde provenía. Una banda de orcos protegidos de cabeza y cuerpo se acercaban por la entrada del abismo. Le tome prioridad a eso y comenze a lanzar fechas pero nada, estaban muy proteguidos. Las palabras de mi padre me vinieron a la mente, solté el arco y me concentre en ellos. Una bola de energía se comenzó a formar en mis manos, cada vez era más grande y de mayor brillo la lanze hacia ellos haciéndolos volar al hacer contacto contra los orcos. Las miradas de todos se posaban hacia mi. Más y más orcos venían matando a sangre fría a cada uno que se posaba en su camino. Las flechas se me fueron acabando. Empuñe  mi espada y corrí hacia el centro de batalla quitándole la vida de la misma manera que ellos lo hacían con nosotros.

Quite mi espada del abdomen de un orco y alze la mirada hacia fuera del abismo, un orco venia corriendo con una antorcha dispuesto a volar en mil pedazos la fuerte pared.

-¡Togo hon dad Legolas!-( derribale legolas) la voz de Aragorn sonó cerca mio. Una flecha salio disparada hacia el orco enseguida. Legolas pensé con alivio al saber que estaba bien. -¡Dago hon! ¡Dago hon! - Volvió a gritar. Legolas disparo otras fechas más, pero no fue suficiente, el orco se lanzó hacia la abertura del desagüe. La pared salio volando en mil pedazos, cubrí mi rostro con mis manos, creano un campo de fuerza a mi alrededor junto con unos elfos y hombres más. Mire a todos lados y me descubrí suspendida en el aire junto a ellos. Con un movimiento rápido e involuntario me encontré en la parte sana de la fortaleza, sin ningún rasguño. Parpadee sin entender nada de lo que susedia.

Las rocas volaban en el cielo cayendo brutalmente contra los orcos, muchas de ellas venían hacia nosotros pero alze la mano y las moví sin tocarlas devuelta con los orcos. Retrocedi mirando mis manos, nunca había hecho algo así, y me asustaba.