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—Oh, Namjoon. Déjame en paz—respondí quitándome pedazos de papel del cabello.

Puff, otro papelito en la frente—. Joder, Namjoon. Si vuelves a hacer eso voy a romperte las piernas y te vas a arrastrar como un maldito gusano.

Él sólo rió y tiró una bola de papel.

—¡Mierda, Namjoon! ¡Eres un mounstruo come papel!—

Lanzó uno más que me dió en el labio inferior.

—¡Si vuelves a hacerlo te arrancaré ese pedazo de carne que tienes entre las piernas antes de que sepas para qué se usa!—puff. Eso era todo. Namjoon tenía miedo de quedarse sin aparato reproductor masculino.

—Bien, me rindo—respondió—. ¿Qué canción váis a cantar?—preguntó

We don't talk anymore. ¿Te suena?—

Él frunció su labio inferior y luego asintió—. Es la favorita de Jungkook—.

—¿Quién crees que sea el chico de Seúl?—pregunté llevándome el vaso lleno de jugo de naranja a la boca.

Él se encogió de hombros y sólo soltó un:—No lo sé.

Fruncí el ceño y levanté mis hombros, terminé mi jugo de naranja y dejé el vaso sobre la mesa para luego decirle a Namjoon:—Más te vale que recojas todos los papelitos que quedaron en la suelo, si no ya sabes que pasará—él tragó duro y asintió—. Me arreglaré para la fiesta, luego iré a comer café en Monet's, ¿quieres uno con crema?—

—Sí, eso estaría bien—empecé a retirarme hacia mi habitación y Namjoon habló—. Y por cierto, si necesitas ayuda sobre qué bragas o brasier vas a usar, aquí estaré—guiñó su ojo y yo rodé los míos. Saqué mi dedo medio y me dirigí a mi habitación.

Y justo aquí venía la gran intriga. ¿qué debía usar?

Revisé la zona de los vestidos y la mayoría eran cortos y muy pegados. Quería estar realmente cómoda.

Viajé por mi closet por unos 15 minutos más. Hasta que encontré lo que quería.

Era un short negro, una chaqueta estilo jean, a la altura del short y una camisa gris con rayitas negras.

Me miré por última vez en el espejo y asentí.

Bajé por las escaleras y choqué con Namjoon. Esto ya se hace costumbre.

—Oh, lo siento...—se quedó perplejo al ver mi atuendo, lo cuál me hizo sonrojar un poco.

—Te ves muy linda, Chloe—.

Hice una reverencia, soltando un gracias.

—¿Entonces, un café con crema?—pregunté jugando con mis dedos tiernamente.

—Sí, exacto—

—Bien, te veré luego—respondí y salí de casa.

(...)

Entré rápidamente a Monet's, ganándome la mirada de algunos chicos. Me dirigí a caja de pedidos y me adentré a la colita que había.

—Hola. ¿eres la última en la fila?—preguntó un chico castaño y ojos marrones. Su labio inferior estaba levemente fruncido y sus ojos me miraban con confusión—. Lo siento, soy Seokjin, puedes decirme Jin—extendió su mano a mi dirección, estreché su mano con la mía con una sonrisa. Creo que te irás al demonio, Park JiMin.

—Mucho gusto, Jin. Soy Chloe. Y sí, soy la última de la fila—.

La fila avanzaba a medida que soltaba una palabra.

—Estaba realmente confundido. Acabo de llegar de Seúl, Corea del Sur. Y pués, no se andar muy bien por New York.

¿Seúl? ¿A caso él vino con Jimin? Jungkook me dijo un amigo, no dos.

Relájate, Chlo. Seguro es coincidencia. Cientos de Coreanos llegan a New York.

—Oh—me limité a responder—. Podría mostrarte el lugar. Pero estoy ocupada esta noche—.

La causa de mi esperado sonrojo fue:—Es una lástima. No todos los días se consiguen a chicas lindas por ahí—

—Gracias, Jin—respondí y me volteé al saber que mi turno había llegado. Pedí ambos cafés, esperé a que me los entregaran y cuando lo hicieron, salí de allí.

Sentía pisadas detrás de mí. Me volteé y un Jin cansado me miró.

—Chloe...—musitó, jadeando—. ¿Podrías darme tu número de teléfono? —di una última sonrisa y asentí.

-

Un gran suspiro por parte de Namjoon fue lo que recibí al entregarle su café.

—De nada, estúpido—comenté irritada.

—Lo siento, Chloe. Estoy distraído.

—No parecías distraído cuando me lanzabas bolas de papel—respondí riendo.

—Cállate, estúpida—dijo riendo.

—Hoy conocí a un chico—dije bebiendo de mi café.

—Adiós, Park—dijo soltando carcajadas. Rodé los ojos.

(...)

La música retumbaba en mis oídos y se me hacía un poco difícil escuchar las cosas a mi alrededor. Me levanté de mi asiento.

—Alfred. ¿Podrías bajarle un poco de volúmen?—pregunté a un amigo de Jungkook, el cual se ofreció para hacer su trabajo. Todos quieren alcohol gratis.

—Por supuesto—hizo lo que le pedí y me sentí mejor.

Y hablando de Jungkook, el no había llegado aún y eso ya empezaba a desesperarme.

Volví a mi asiento y Namjoon pasó su brazo por mis hombros, coloqué mi cabeza en su hombro y me levanté rápidamente cuando escuché el timbre de casa.

Me dirigí a la puerta y abrí esta, encontrándome con Jungkook.

—Hola, Chloe—me saludó con un beso en la frente—. Ellos son Jin.

—¿Jin? —pregunté dándole un abrazo.

—¡Chloe!—

—¿Os conocéis?—ambos asentimos—. Da igual. Chloe, él es Park. Park JiMin—.

¿Ah? ¿Qué? ¿Pingüino de salsa de manzana?

°°°
Hola, bellezas. Lamento actualizar a estas horas de la noche, pero debo decirles que todo el día transcurrió "normal". En total se reportaron dieciséis muertos en manifestaciones. Sí. Que sepan que estoy bien y si quieren demostrar apoyo, pués dejen sus comentarios. Rezad por Venezuela y porque pronto salgamos de ésto.

Cambiando de tema, ¡apareció el Jimeno!
Las amo un montón por aceptar la novela y tomarse el tiempo de leerla.
Quiero agradecer a un usuario que tenía en su nombre "gucci". Ahora me muero de sueño y no recuerdo. Gucci, gracias por tu comentario y apoyo.

En fin, las amo por todo.

~랙시.

Photograph ➡️ pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora