Mi estómago explotó. Un zoológico entero se desató en mi sistema, haciendo que soltara risitas nerviosas. La expresión de Jimin cambió drásticamente, empezó a reírse conmigo. Estábamos los dos riendo a las casi cinco de la mañana, cualquiera pensaría que nos acababan de soltar de un manicomio o que habíamos fumado cualquier sustancia ilegítima o vete tú a saber qué.
—Yo...—intenté decir, lográndolo a duras penas y en un susurro. Los nervios se apoderaron de mí en ese mismo instante—. Bueno, sabes sobre mis sentimientos hacia tí.
Asintió, pidiendo que continuara. Yo me limité a sonreír. Acaricié el dorso de su mano con mis dedos pulgares, dándole satisfacción, porque se quedó mirando a nuestro nudo, sonriendo levemente sin mostrar su dentadura.
—Yo...pienso que nos conocemos desde hace años, sé que eso no cambia el hecho de que no nos conozcamos del todo....¿Alguna vez has sentido que si estás con ese alguien serías capaz de todo? — Jimin se lo pensó por unos momentos y luego asintió levemente.
«—Te sientes flotando en el espacio de la profunda libertad. Porque esa persona te hace sentir libre — mi manó viajó hacia su mandíbula, como si estuviese a punto de besarle—. Yo, me siento como un astronauta cuando estoy a tu lado, y sé que sonará cliché, raro o algo por el estilo, pero, Park JiMin, te juro por el sol que se está asomando, que cuando estoy contigo, me siento libre, como un astronauta en el espacio.
Deshice nuestro nudo. Pasé las palmas de mis manos por sus brazos, los cuales estaban cubiertos por un suéter color gris, de lana. Seguí por sus hombros, hasta quedar a la altura de su cuello. Me enrollé en su cuerpo, uniéndonos en un abrazo firme. Sus brazos se posaron sobre un poco más arriba de mi cintura. Recargó su cabeza en mi hombro. Empecé a acariciar su cabello, raspando su cuero cabelludo con mis largas uñas, logrando que suspiros de satisfacción salieran de sus labios. Ubiqué mi cabeza entre su hombro y su cuello, siguiendo con el cafunéª.
—Está por amanecer—murmuré. Mi aliento chocó contra el cuello de Jimin, haciendo que soltara pequeñas risillas.
—Entonces vamos al techo y veamos el amanecer juntos—sugirió, o más bien, pidió en un susurro. Su aliento chocó contra mi cuello, pero sentí como si fuesen grandes corrientes de aire, después de todo, era Jimin.
«—Jamás pensé que esto ocurriría—pensé, asiendo mis manos hacia el cuello de Jimin, apretándonos más, uniéndonos más.
Luego de unos minutos decidimos deshacer nuestro nudo, y subimos las escaleras a al misma velocidad. Nuestras manos seguían entrelazadas.
—¿Alguna vez nos imaginaste así?—pregunto, ladeando la cabeza como un perro, admirando la luz del sol.
—Si soy sincero, no, jamás. Nunca en mi vida he hecho algo así de aparecerme a las cinco de la mañana diciendo lo tanto que quiero a esa persona. Pero dicen que lo bueno se hace esperar.
—Quizá sea verdad.
Jimin me miró.
Me miró como nunca lo había hecho.
Como si fuese una honrada obra de arte, o el mejor libro jamás escrito en la vida.
Y en ese preciso momento; sin ninguna palabra, supe que Park JiMin estaba enamorado.
Enamorado de mí.
¿Lo mejor de todo?
Yo también lo estaba de él.
Y a montones.
—¿Crees que estaremos juntos en un futuro? —pregunta él, tomándome por sorpresa y llevando a más el asunto. Su pregunta no fue tan difícil de responder.
—No creo en un futuro —respondí simple, como si me hubiese preguntado cuánto eran dos más dos.
—Sucede, Chloe Hardford, que yo tampoco creo que en futuro —explica, quitando varios mechones de cabello de mi cara.
«—Pero te juro por el sol que se está poniendo, que, al mirarte a los ojos; miro mi futuro en ellos.
No existían palabras. No existían palabras tan perfectas como esas. No existían palabras para describir ese momento en el papel. La única que se asemejaba más era Serendipia.
Jamás en mi vida había escuchado algo así, tampoco había sentido lo que sentí en ese momento. Fueron más que mariposas, fueron muchísimo más que sentimientos. Fue muchísimo más que ese momento.
Era simplemente ese momento.
Y era nuestro.
***
Cafuné; acto de acariciar el cabello de alguien.
COMO LA CANCIÓN DE MICRO VIIIIIIIIIIIIIIIH
QUERER VOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR
paz y amor
chau
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Photograph ➡️ pjm
FanfictionPark JiMin, Park JiMin, Park JiMin. Ese nombre, en el cual pensaba día y noche, tarde y madrugada. El hombre con el cuál había tenido miles de fantasías de amor adolescente, caricias, ternura y de vez en cuando; sexo. Y la única razón para encanta...