Capítulo 5

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Dipper Gleeful nunca olvidaría ese día, realmente no lo haría.

Bill colocó su barbilla en el hombro del castaño, tenía su mirada fija en el miembro del menor y las muecas que hacía cada que hacia un movimiento. Su mano derecha en aquel pedazo de carne y la otra en la cintura del chico, empezó a mover su mano haciendo sacar leves jadeos.

Quien diría que el famoso Dipper Gleeful, un chico castaño de hermosos ojos azules, tan cotizado entre las chicas, estaría de sumiso con un demonio. Tan exquisito que suena, tan apetecible

No dejó de mover su mano hasta que el miembro del chico se derritió entre sus dedos, aquel líquido blanco algo espeso por no masturbarse hace tiempo caía desde la punta.

La respiración de Dipper estaba agitada, pero eso no evitó que se moviera para soltar el agarre del rubio.

Oh no, no - Bill en movimientos rápidos acostó al castaño en la cama, sostuvo sus muñecas aprisionandolas, de ninguna manera dejaría pasar un momento como este, tal vez se alejaría del objetivo del trato; pero que importa, teniendo semejante imagen frente a él nada lucía más importante ahora.

Las mejillas levemente sonrojadas del Gleeful, su respiración agitada, su cuerpo temblando ante cada toque a su piel.

¡¡Maldito demonio, suéltame!!  - estaba molestó, pero con esa cara sonrojada y todavía tiritando por la reciente eyaculación, quien lo tomaría enserio.

Con sus poderes Bill amarró las manos del castaño y las dejo sobre su cabeza, admiro el cuerpo debajo de él. Escaneo cada parte hasta ver la gema azul abrochada en su camisa, quitó aquella molestia y la desapareció para así poder deshacerse de la barrera que evitaba leer los pensamientos del Gleeful.

Asi podré saber que piensas realmente   - y una gran sorpresa se llevó al escuchar aquel pensamiento -  me alegra saber que te gustó - sonrió al ver la reacción del chico, el sonrojo intensificado en sus mejillas.

¡Te odio Bill! -forcejeaba intentando soltarse.

Bill solo le miró. Dirigió su mano por abajo de la remera del castaño y acarició aquella suave piel, realmente las chicas deben envidiarlo al tener una piel tan tersa; siguió subiendo sus caricias hasta llegar al pezón del menor, rodeo con su dedo aquel botoncito para después pellizcarlo entre sus dedos, el cuerpo del Gleeful se estremeció ante aquel tacto.

>>Esto esta mal, demasiado mal<< Dipper intentaba hacerse la idea de que esto era lo peor que le podría suceder, pero por favor, las sensaciones que estaba experimentando con el demonio se sentían tan excitantes.

La sonrisa de Bill se volvió algo burlona, el solo pensar que Dipper queria aparentar que lo que sentía era molesto cuando era todo lo contrario.

Chasqueo los dedos para deshacerse de la estorbosa ropa, dejando al castaño en boxer. Su piel tan apetitosa, dandole invitación a marcarla. Acercó su boca al cuello del menor y repartió unos cuantos besos para luego lamer y morder levemente aquella zona.

El Gleeful sólo podia estremecerse cada cierto tiempo, prefería guardar silencio y ahorrarse sus insultos antes que tener que dejar salir sonidos  vergonzosos, tales como jadeos, aquellos mismos que se estaba reprimiendo.

La erección de Dipper volvió a aparecer y no sólo la de él, ya que Bill no podia evitar ponerse duro ante las caras y sonido que escuchaba. Bajó sus besos por el pecho del chico hasta llegar a sus pezones donde lamió y mordio cada uno, la respiración agitada de Dipper lo animaba a seguir.

El rubio se sentó, agarró el elástico del boxer y lo bajo, dejando a la vista el miembro contrario, abrió las piernas del Gleeful, aunque le costo un poco mantenerlas a los lados, por que obviamente el castaño no se dejaría tocar con tal descaro. Después de lograr mantenerlas en donde queria, lamió dos de sus dedos y después los dirigió a la entrada del menor, hizo un par de círculos viendo como el cuerpo que estaba abajo de él se tensaba e introdujo un dedo, Dipper hizo una mueca al sentir tal intromisión. Más no decía nada, temía que algún sonido se le escapara y con ello Bill pudiera burlarse.

Pero el demonio triangular tenía algo más interesante en qué pensar, metió y sacó su dedo para luego meter otro, dio un par de embestidas para después abrirlos tal cual tijeras, el castaño no pudo evitar soltar un quejido.

Bill... Ya-ya basta  - realmente donde se había ido el fuerte carácter del Gleeful, aquella persona inquebrantable y con la última palabra estaba tiritando.

Cipher adoraba esto, doblegar al gemelo y ver como pedía por que parará, queria que rogara, que implorara, que su orgullo se rompiera completamente. Eso lo exitaba.

Retiró sus dedos, desabrocho el botón de su pantalón, bajó el cierre y sacó su miembro, el menor no pudo evitar mirar con sorpresa aquella anaconda, que decía ser la polla de Bill, realmente eso entraría ahí.

Que bueno que te agrade lo que ves         - sonrió orgulloso el demonio, Dipper apartó la mirada de la entrepierna del rubio.

Se posiciono en la estrecha entrada del castaño, entrando lentamente.

Ngh- Bill  - Dipper de manera inconsciente había mencionado el nombre del demonio sin saber lo que ocasionaría.

Dio una fuerte embestida, a la mierda ser delicados, sin esperar empezó con un vaivén rápido y certero..

El menor no podia callar aquellos penosos gemidos y jadeos que querían salir, realmente Cipher sabía mover las caderas y tenía una grandiosa puntería.

Aaah aah Bi-bill aaah  - el mayor levantó un poco las caderas del chico para tener mas facilidad al momento de entrar. Con un poco de trabajo coloco al Gleeful en cuatro, miró aquella entrada, volvió a colocar su miembro y entró de una embestida.

¡Aaah!   - las manos del castaño seguían juntas y amarradas, sus dedos estrujaban las sabanas de la cama, dolía al ser su primera vez.

Las manos del demonio no se estuvieron quietas, una de ellas acariciaba el torso del menor y la otra agarraba el miembro para darle un poco de atención, la cual le hacía mucha falta.

Después de unos minutos estaban por llegar al clímax, el cuerpo del menor empezaba a estremecerse y tiritar un poco, estaba cerca de venirse.

El rubio siguió con su trabajo moviendo sus caderas para embestir al chico y moviendo su mano para hacerle eyacular.

En un pequeño temblor su semen salió y mancho la mano del Cipher, su entrada se estrecho ocasionando que Bill se viniera dentro de él.

El demonio sacó su miembro y con orgullo miró como su semilla salía de aquella entrada, el Gleeful no pudo resistir más y quedó acostado en la cama con leves punzadas en la cadera.

Y dime Dipper ¿Te gusto?  

Ni lo pienses   [Bill Cipher X Dipper Gleeful]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora