Un mocoso es mi Alpha [Suspendido]

10. El Leviatán del Distrito S

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Siento no haber podido actualizar la semana pasada. Entre mi trabajo y el ruido de las fiestas, se me hacía imposible.

Por cierto, dentro de poco comenzaré una colaboración para otro fanfic Ereri. Pero tranquilos, no voy a abandonar este ;D

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Han pasado varios días desde que salí de hospital y de que me despidiera de mi tío. Poco a poco, volví a la rutina de antes, cuando solo era un chico sin preocupaciones. Me había dicho a mí mismo que lo mejor era evitar volver al barrio de Eren. Aun no me siento preparado para verlo. Seguramente mi mente lo identifique como una amenaza, imaginando que se trata de esa maldita alucinación.

Por lo pronto, ahora lo que más me preocupa es que la estufa deje de funcionar un día de estos. Mi tío hizo de oídos sordos y no me compró ninguna nueva. Además de eso, he vuelto a mis andadas y no he podido evitar retomar mi papel de delincuente. He comenzado de nuevo con eso de ser un carterista. Incluso hoy, de camino al supermercado, he robado a un hombre despistado que pasaba cerca de mí.

Ya estoy de vuelta a casa. El edifico donde vivo tiene las escaleras en el exterior, por lo que a menudo es frecuente que roben con facilidad. Por suerte, a mí nunca me ha pasado eso, y si lo hiciera, seguramente el ladrón acabaría mal parado.

Esos pensamientos no podrían llegar en otro momento. Un hombre encapuchado se encuentra delante de mi puerta, mirando cada rincón de mi fachada, en busca de seguramente con una casa vacía. No me ha escuchado subir, por lo que aprovecho e intento acercarme lo más discretamente posible. Por suerte, siempre llevo conmigo mi navaja. Cuando encuentro el momento, me abalanzo sobre él y le restriego el filo sobre la garganta.

- ¡Tranquilo, tío! ¡Soy yo, Alex, de la banda de Lewis!

Me detengo. Delante de mí hay un muchacho algo más joven que yo con cara de estúpido, por decirlo de forma delicada. Me aparto y le dejo respirar tranquilo. Este tipo pertenece a una banda del barrio. No es muy poderosa ni tampoco muy intimidante, ya que está conformada por niños, pero eso no impide que tengan sus momentos.

- ¿Qué haces en frente de mi casa? ¿Y por qué parecía que ibas a robar dentro? -pregunto molesto.

- No es lo que crees, tío. Te estaba buscando. Lewis me pidió que lo hiciera.

- Ya veo...

Lewis era un antiguo compañero de clases y el autodenominado jefe de la banda de este tipo. Lo conozco desde que iba al colegio, y solo puedo decir que es un hijo de puta.

- Hay una banda de otro barrio que nos ha retado. Hemos acordado que sería hoy por la tarde, pero nos han fallado tres de nuestros hombres. Por eso me ha pedido que vengas a ayudarnos.

- ¿Cuánto?

- ¿Uh?

- ¿Que cuánto me vais a pagar? Mis servicios no son gratis, ¿sabes?

- Ah, sí. Lewis ya me mencionó que no eras solidario -ríe nervioso.- Me dijo que serían unos 50 pavos más lo que consigas de esos cabrones.