Un mocoso es mi Alpha [Suspendido]

9. Necesidad

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¡Pregunta random!

¿Creéis que los Omegas hombres tienen la menstruación?

Siempre me lo he preguntado XD

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- Levi, ¿estás bien?

Farlan me sostiene el hombro con preocupación.

- Sí, no te preocupes. Debo de estar incubando algo, nada más.

Él sabe que es imposible insistir conmigo. Hoy hay un examen bastante importante y no podía faltar, pues ya me había saltado suficientes clases últimamente.

Durante todo el día, comencé a sentir cada vez más calor, algo en mí me estaba diciendo que lo mejor sería terminar lo antes posible e irme a casa. Lo malo de estas situaciones es que les prestas más atención que a lo que estás haciendo, y por eso mismo no sabia qué era lo que estaba escribiendo en el examen.

Ya era la hora del recreo. Farlan se acerca a mí y me vuelve a preguntar cómo estoy. En esta ocasión, ni me digno a mirarle a la cara. Me levanto y salgo corriendo. Parece que eso le ha sobresaltado, pero si hago esto es por un motivo, y ese es que noto que algo no está bien conmigo. Siento que un líquido está fluyendo y que no parece que vaya a parar.

Llego al baño y me encierro en uno de los cubículos, me bajo los pantalones y me siento, esperando que esto no sea por el estrés. A los pocos segundos tomo algo de papel higiénico y me limpio, para comprobar que no era lo que pensaba que era lo que salía de ahí atrás. Me asusto, pero consigo encuadrar algunas cosas y comprendo que lo está pasando no es otra cosa que mi primer celo.

Lo primero que se pasa por la cabeza es ir a la enfermería, pero realmente no quiero que nadie me vea así. Me viene otra opción y es salir de ese lugar y volver a casa. No sé qué hacer, así que por lo pronto salgo de aquí tras tirar de la cadena. Estoy cabizbajo, por lo que delante de mí, solo veo tres pares de zapatos. Alzo la vista y veo a tres tipos que me miran de una forma extraña. Cuando quise darme cuenta, me encontraba sorprendentemente inmovilizado por ellos en el suelo. Algo no iba bien y lo sabía, pero por alguna razón yo...

Como si mi cerebro quisiera que no recordara aquello, comienzo poco a poco a sentir que mi vista va recobrando si estado normal. Me noto tendido en una cama y por lo que estoy viendo en estos momentos, debe de tratarse de una cama de hospital. Intento mover mi cabeza, pero siento mi cuerpo excesivamente pesado. Mis fuerzas ahora mismo están por el suelo y lo único que puedo hacer es mirar al frente. En ese momento, escucho que a mi izquierda se abre una puerta.

- Ah, por fin despiertas -Reconozco la voz de mi tío. Se acerca a mí y me sostiene el hombro.- ¿Qué tal te encuentras?

Intento responderle, pero lo único que me sale es un hilillo imperceptible para los viejos oídos del viejo. Él me sonríe y me pide que no haga esfuerzos. Veo que se sienta al lado mío, en una de las sillas de la sala y comienza a murmurar para sí, quejándose de que no se permita fumar dentro del lugar. Al cabo de unos minutos, mi tío decide llamar al personal para después escuchar la puerta abrirse de nuevo. Aparecen un doctor y una enfermera. El hombre me sonríe mientras que la chica comienza a manejar la vía que me habían puesto, al parecer, para sacarme sangre.

- ¿Qué tal se encuentra, Levi? -me pregunta con una sonrisa tranquila.

- Mal...

- Acabamos de someterte a un lavado gástrico para extraer la sobredosis de medicamentos que has ingerido, es normal que te sientas así -me explica.- Si todo va bien, te podremos llevar al ala de Omegas en cuanto tengamos los resultados de la analítica.