Sr. Bunny [토끼] • KookMin.

Cap 06

Jimin suponía que él y Taehyung se irían a la montaña como lo tenían planeado, pero al parecer, esa idea se esfumó por completo al voltear a su lado izquierdo y observar al castaño en un profundo viaje con Morfeo.

Suspiró cansado. No se sentía decepcionado, estaba agradecido con Tae por haber venido y hacerle compañía.
Las fotografias las podría tomar cuando quisiese, así que no debía alterarse.

Miró a Taehyung con la boca entre abierta y no pudo contener y una pequeña risa. Se levantó con cuidado del sofa-cama y apagó el televisor, habían estado viendo peliculas de acción toda la tarde.
Vio a su costado el reloj digital que se encontraba en la pared, 12:35 am.

Quizás se había pasado de su hora de dormir. Tenía uno por el simple hecho de ir a trabajar, pero ahora eran sus pequeñas vacaciones, podía darse un lujo.

La piel se le erizó al momento de sentir una vestisca entrar por las puertas traseras. Se abrazó a si mismo tratando de calentarse, solo tenía una pijama de cuadros rojos y azules, una camisa holgada blanca y unos lindos calcetines de conejos.

Caminó a pasos cortos hasta las puertas con la intención de cerrarlas. Pero se encaró en asombro al ver una rosa más en la mesa que se encontraba afuera.

El ambiente en esos momentos era horrible, hacia un aire espantoso y el frío era poco resistible con las prendas que ahora poseía Jimin.

Sin pensarlo, se acercó a la mesa y sostuvo la fria y roja rosa de la mesa. Tenía un poco de nieve sobre sus petalos, lo que la hacia ver más hermosa.

Su cuerpo temblaba al igual que sus ya morados labios a causa del frío, apunto de entrar, escuchó como algo se caía.
Volteo de nuevo y observó una pequeña nota...

"No creas que me eh olvidado de ti Jimin, siempre estoy al pendiente"

No sabe la razón por la cual sonrió. Definitivamente era parte de su admirador secreto. Se emocionó al saber que el no se había olvidado de su existencia.

Ustedes diran: ¿Como sabia Jimin que era un él y no una ella?
Fácil, cuando empezo a recibir las rosas, hace mucho tiempo... una de las primeras notas le aclaró el genero de su admirador.

Por supuesto que estaba feliz, no sabía por que el saber que era querido por alguien lo ponia asi.
Ni si quiera le conocía y podía sonrojarse de inmediato solo pensando en él. En su posible aspecto y voz, en lo lindo que sería estar con alguien que realmente lo aprecie como se debe, en lo lindo que sería, tomar su mano en las calles, y poder presumir que tiene a alguien que lo quiere.

Volteo hacia el frente, estaba el bosque a su alrededor, arboles y nada mas que eso.

¿Como hacia su admirador para encontrarlo siempre?

-¿Jimin? ¡Jimin, ¿en donde estas?!- un asustado Taehyung gritaba desde la sala. Con nervios observó por ultima vez el helado bosque y entró con prisa.

-¿Que sucede Tae?- preguntó Jimin extrañado por su actitud. Se había guardado la nota en su bolsillo de la pijama y la rosa la tenia agarrada por detras de su espalda.

-Nada, es solo que... ¡Me asustaste! No vuelvas a dejarme solito. - respondió haciendo un puchero con sus labios y cruzandose de brazos. Jimin sonrió ladinamente al verlo actuar tan tierno.

-Esta bien Tae, lo siento...- antes de acercarse a el, guardo la rosa en uno de los cajones de la cocina- ¿Me perdonas?

El castaño no le miraba y Jimin poseía una expresion de cachorrito. Nadie se podia resistir a eso.
Taehyung después de verlo de reojo asintió levemente. Sintió los brazos de Jimin rodearle.

-Vamos a dormir...- menciona el rubio separandose de su mejor amigo. -Mañana iremos al centro comercial, ¿te parece?

-Esta bien... ·-suspiró Taehyung luego de bostezar.

Ambos se acomodaron sobre el sofa-cama, roparon sus cuerpos con la gruesa manta y se despidieron para por fin dormir.

★★★★

El Señor Bunny observaba todo lo que sucedia a través de las camaras. Después de haber dejado a Yoongi en su oficina se dirigió a su habitacion especial ,en donde podía ver a su pequeña flor las veces que quisiese.
Lo miraba con adoración y mayor cautela.

Para él, Park Jimin era uno de los seres más hermosos que había visto.

Desde que lo vio por primera vez, se prometió a si mismo de tenerlo para él, y solo para él.
Era un Sol que quería conservar y cuidar del mundo, decirle a todos que era de su propiedad y nadie se lo arrebataría.

Quería hacerle saber a todos, que sería dueño de un verdadero diamante.

Y que esta vez, no podrán separarlo de su lado.