II

262 36 10
                                    

La luz del sol atravesó las cortinas de la habitación, gruñó tapándose con la almohada, no tenía ganas de levantarse. La alarma comenzó a sonar y volvió a gruñir, tenía pensado levantarse más tarde, era una de las ventajas de ser el dueño, entraba a la hora que le daba la gana, mayoritariamente entre las ocho o nueve de la mañana cuando Jongdae se dedicaba a llamarle desesperadamente porque la impresora no funcionaba.

Se levantó arrastrándose patéticamente hasta el baño, tenía la cabeza enmarañada y un ojo más pequeño que el otro, sonrió hacia su reflejo y cogió el cepillo de dientes, echó un poco de crema y se lo pasó detenidamente.

Se quitó los calzoncillos y se metió en la ducha, dejando caer el agua sobre sus hombros cansados. Sonrió divertido tarareando una canción que se había puesto muy de moda, salió con el pelo chorreando y cogió la toalla para enrrollarse completamente en esta.

Entró en el vestidor y suspiró, estaba planteandose darse una bonita tarde de relax y compras, definitivamente necesitaba ampliar un poco más su estilo, suspiró y terminó de elegir, un traje negro con una camisa blanca, definitivamente necesitaba algo de color en su armario.

Frunció el ceño y miró la hora, tenía una reunión con uno de sus clientes, una restauración fácil que le traería muchos beneficios. Terminó de vestirse y se miró atentamente en el espejo, la reunión iba a ser en uno de los restaurantes del centro, tenía que ir elegante, pero sin llamar demasiado la atención, asintió conforme y caminó hacia la cocina.

Cogió la cafetera y se sirvió una gran taza de café, la cabeza le palpitaba,tal vez no había sido muy inteligente beber la noche anterior.

Bufó revisando los planos del nuevo proyecto, tenía que restaurar una casa de estilo victoriano, era la propiedad de uno de sus mayores inversores, todo tenía que salir a pedir de boca. El hombre era un poco complicado y bastante excéntrico, pero había quedado encantado con el trabajo que habían hecho en su casa del campo.

Se sumergió entre el papeleo y bufó intentando ignorar las llamadas de Jongdae, revisó las cuentas y los presupuestos para el proyecto, miró una vez más el reloj y suspiró, ya era la hora de salir de casa, cogió el maletín, metió los papeles dentro y salió hacia el aparcamiento.

Se subió en el coche y negó, sería mejor llamarlo ahora antes de que armase un escandalo, estiró la mano hacia el reposadero, dejó el móvil sujeto y lo puso en marcacion rápida.

Esperó tres tonos y se preparó para lo que venía.

-¡Byun Baekhyun!.

Arrugó la nariz y sonrió divertido ante el berrinche de Jongdae.

-Buenos días Jongdae.

-La impresora no va.

-Has probado con utilizar la que compré la semana pasada.

-Esa no me gusta.

-Jongdae haz el favor de no complicar las cosas, usa la maldita impresora.

-No quiero esa, quiero la mía.

-Jongdae, por favor...-Gruñó.- Utiliza la dichosa impresora, ahora vamos a lo importante ¿A qué restaurante tenía que ir?.

-Al Bretonne Annaik.

-Okey Jongdae.-murmuró.-Nos vemos más tarde.

-Espera Baekhyun aún tengo que..

Y colgó, Jongdae estaba demasiado pesado con la maldita impresora, llevaban dos semanas con la misma historia, giró el volante y cambió de marcha, esta calle estaba más transitada, bufó cuando tuvo que detener el coche por el atasco, al menos había salido con tiempo.

Wedding (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora