Manuela

379 17 0
                                    


A ver... ¿Por dónde empiezo? Bueno, creo que todo comenzó cuando murió mi mamá hace poco más de dos años, ella era de esas mujeres que, con solo su presencia, te hacían sentir mejor; ella era la luz de la vida de mi papá, la que siempre estuvo cuando la necesite... y la alegría de la casa. Para ese entonces yo iba a cumplir 17 años y estaba por terminar el colegio. Cuando lo hice me fui con mi padre a capital ya que no sabía qué carrera seguir. Él había conseguido trabajo de chef en uno de los mejores restaurantes del país (deberían probar su comida, es lo mejor que te puede pasar en la vida... bueno, capaz exagero un poco pero ustedes me entendieron... o eso espero) Como les decía, nos mudamos a un departamento chico y como en el restaurante necesitaban a alguien para que cantara todas las noches empecé a trabajar allí también.

Luego la carrera de mi papá se vio beneficiada ya que lo llamaron para cocinar para la familia real en el cumpleaños de la reina creo. Parece que le fue bien ya que lo solicitaron varias veces después de ello pero igual seguíamos trabajando juntos.

Esa fue nuestra vida por alrededor de un año y medio hasta que...

-Hija hay algo que tengo que decirte- me dice papá mientras desayunamos

-Sí, ¿Qué pasa?- le respondo algo extrañada por la forma en que me habló

-Me voy a casar

Y de repente la deliciosa chocolatada que estaba tomando salió volando de mi boca

-Me estas jodiendo, ¿no?- le digo medio riendo esperando que esa haya sido una broma, una de muuuuuy mal gusto...

-No hija, hace más de un año conocí a una mujer y... pensé que nunca más iba a sentir lo que sentí cuando conocí a tu madre pero...

-No lo puedo creer... ¡Estuviste saliendo con una mujer todo este tiempo y no me lo dijiste!

-Es que no sabía cómo te lo ibas a tomar, tenía miedo, pero hace unos días le ofrecí matrimonio y, cuando me dijo que sí, sabía que te lo debería de haber dicho hace mucho tiempo, solo que no pensaba que iba a terminar así...

-Sigo enojada con vos- hago una pausa para respirar, algo que no hacía desde hace unos minutos- pero estoy feliz de que hayas encontrado a alguien para compartir tu vida de ahora en adelante...

Mi padre se levanta, rodea la mesa y me abraza- ¡No sabes lo feliz que me hace eso!- me suelta de sus brazos y prácticamente me tira un baldazo de agua helada cuando dice- Esta noche va a ir con sus hijos al restaurant para conocerte y de paso para que conozcas a tus hermanastros

-¡¿¡QUÉ!?! ¡¿¡HIJOS!?!

-Sí, tiene tres hijos varones y una mujer, igual al mayor lo conozco solo por foto

-¿Es decir que vos ya los conoces?

-Si...

-Okey demasiada información para una sola mañana, mejor voy a preparar lo que voy a cantar esta noche

-¡Ponete algo bonito si podés!- me grita desde la cocina ya que yo ya estaba en el pasillo dirigiéndome hacia mi habitación

-Sí, si...

Cuando llego me tiro a la cama y me quedo mirando al techo 'Esta va a ser una larga noche'

'Callate y ponete a trabajar que no me gusta repetir el repertorio'

'Un poco de tranquilidad por favor, que yo también acabo de recibir una noticia del tamaño del océano pacífico'

Ya sé que pensaran que mi mente en un poco agresiva pero déjenme decirles que no lo es... ¡es MUY agresiva!

Luego de esa embarazosa conversación con mi padre, si es que a eso se le puede llamar "conversación", me senté en mi escritorio a dejar mis pensamientos y sentimientos fluir como las cataratas de... de cómo sea que se llamen las cataratas más cercanas que tienen, y sorpresivamente pude componer algo como mínimo presentable.

Después me prepare ya que era la hora de ir a trabajar y de hacer eso otro que tenía que hacer. Algo bueno que tiene el lugar en donde trabajo es que no escatiman en gastos asique me dieron una serie de vestidos largos para ponerme las noches que trabajo allí, esta vez me decante por uno pegado al cuerpo azul con un tajo del lado izquierdo y con tiras haciendo de mangas que yo misma le coloque porque no me gusta tener que acomodarme el vestido a cada rato (bastante que no voy de jean y camiseta); me puse unas sandalias con taco plateadas, también de propiedad de el restaurante, y me coloque todo el pelo del lado derecho con una hebilla con una flor azul y plateada; no me maquillo mucho, solo me coloco un poco de rímel y delineador de ojos y me pinto los labios con brillo rosa. Luego parto con mi papá al trabajo y nos dirigimos directo a la cocina donde estoy la gran mayoría del tiempo.

Y sí, estoy en la cocina, llena de comida y olores, ya arreglada ¡No juzguen!


Amor RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora