Manuela

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Una vez que llego a casa saludo a mi padre, paso por el baño, me pongo uno de mis camisones (para nada sexy), pongo música con el celular y me tiro a la cama. No paro de pensar en cómo mi vida va a cambiar en una semana. Voy a ser, legalmente, una princesa... no quería serlo. Estaba bien con mi vida normal y de repente me entero que mi papá se va a casar, su futura esposa es la reina, voy a tener hermanastros, voy a vivir en el palacio real y que el único chico que me interesó en el último tiempo es un príncipe, va a ser rey y formará parte de mi familia...

'Yo que vos disfrutaría un poco más la noticia, ¡Vamos a ser princesas! Tendremos todo lo que queramos. Además vamos a vivir con el hermoso...'

'Primero que todo, YO voy a ser princesa y lo cambiaría sin importar todo lo que pueda obtener. Segundo, no me emociona que él sea el heredero al trono...'

'¿Y tercero?'

'¿Tercero?'

'Siempre hay un número tres'

'¿No te vasta con el hecho de que vas a tener que soportarme mientras me quejo de todo?'

'¿Tenés idea de si tu mente tiene una salida de emergencia?'

'Lastimosamente, no la tiene, asique me vas a tener que soportar para toda la vida. Ahora dejame descansar que fue una larga noche y hay muchas cosas que tengo que asimilar.'

'A la orden mi capitana'

'¡No te me burles!'

'¡De que buen humor estamos hoy!'

'CHAU'

Ya es viernes y creo que tengo el honor de decir que fue una de las peores semanas de mi vida. Hubo tanta gente yendo y viniendo, molestando y preguntando, midiendo y cosiendo, que si tendría que pasar otro día así, preferiría irme al desierto del Sahara sin agua, sola, en pleno verano, sin lugar donde quedarme mas que al rayo del sol y con un traje de esquimal con el cierre atorado.

Mañana a la mañana me pasará a buscar gente que trabaja para la familia real y me llevará a mi nuevo hogar, allí me explicaran todo lo que necesito saber, me dirán cómo va a ser mi vida a partir de ese momento y me arreglaran para la "boda del siglo" como mucha gente la llama... porque sí, ya se sabe que la reina se casará con uno de sus súbditos, y solo por ello es que ya todo el mundo adora a mi papá.

-¿Ya estás lista hija?- me pregunta mi papá una vez que dejo las valijas con mis cosas en la cocina/comedor.

-Sí pa, y vos... ¿Cómo te sentís? Me imagino que estarás nervioso- le digo. Hoy es el "gran día" y en pocos minutos nos pasarán a buscar para llevarnos hacia la nueva vida de mi papá y a mi pedacito de infierno personal.

Se escucha una bocina a lo lejos y luego el sonido del portero, como yo estoy más cerca atiendo y, sin la necesidad de escuchar lo que un hombre me dice, los nervios me atacan porque mi cuerpo ya sabe lo que se viene...

-Buen día señorita, soy Hernán y yo soy quien los llevará a usted y a su padre al palacio

-Buen día señor, ya bajamos...- no espero a escuchar una respuesta y corto.

Sé que solo viví aquí por un año y medio pero voy a extrañar este lugar.

-¿Eran ellos?- pregunta mi papá agarrando sus valijas, por suerte solo tenemos que llevar nuestra ropa ya que ayer se llevaron nuestras otras cosas.

-Sip, mejor vamos bajando- digo y voy hacia el elevador donde ya había cargado mis cosas.

El transcurso hacia nuestra nueva casa pasa mayormente en silencio, solo hablamos un poco para conocer a Hernán, él es el encargado de transportarnos a donde sea en cualquier momento a partir de ahora. Me cayó muy bien y ya establecimos que nada de "señor" y "señorita" a partir de ahora.

Amor RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora