9.1 -La Realidad del Silencio

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Cuando estamos en el silencio nuestra percepción no es la misma, puede que cambien a un nivel negativo, producto a lo que sentimos, vemos o se no ha dicho.

Estar en el silencio es vivir en una pausa, que te lleva a dos opciones: Reflexionar acerca de tus prioridades, con el fin de mantenerte en tu visión. Formarte para darte la capacidad de resolver las cosas con determinación y firmeza, sin dejar de ser quién tú eres.

Cuando vivimos en ese tiempo o puede que sea un momento, nos invade la incapacidad y nos encierra en esas habitaciones que aparentemente no tiene puerta o salida, porque el dolor, la tristeza o decepción que pasamos, no nos deja ver opciones, donde los pensamiento pueden llegar a ser muy destructivos para nosotros y otros.

T.L Osborn dijo: "Sus pensamientos son las semillas de su vida. Las palabras son el método que usted utiliza para sembrar esas semillas"

Si queremos sembrar bien las semillas, entonces será importante expresar las palabras correctamente y que solo nos ayudaran a convertirnos en una persona diferente.

No hay nada mas importante después de Jesús que aprender a tener el lenguaje correcto para alcanzar vivir bien. Cuando hablo de vivir bien, no me refiero a dinero o fama sino al estilo de vida que llevamos.

Es por eso que El silencio es un lenguaje interior que sólo tu y yo podemos expresar y nosotros decidimos como lo haremos. No recuerdo que antes de ir a una Iglesia me mantuve siendo cristiana entre cuatro paredes porque vivía en ese silencio donde mis pensamientos eran:

—¿Será que podre ser  fiel y mantenerme de pie? ¿Se burlaran de mí cuando me vean ir con la Biblia? Era una constante lucha entre salir o quedarme sin hacer nada.

¡Vivir en medio del silencio no es fácil! porque la frialdad puede dañarte, tantas cosas que piensas u oyes a tu alrededor es ¡horrible!

Te hallas impotente, es como querer gritar sin que salga sonido de tu boca y lo intentas, insistes una y otra vez, pero no puedes. Sientes como que alguien te toma de tu garganta y no te deja hacer ningún ruido para que no seas escuchado.

La soledad que experimentas es simplemente indescribibles, es agudizante, doloroso, que te quita la voz. Vivir en el silencio es ser privado al derecho de hablar, es no tener voz. En medio del silencio tu ser, tu espíritu se encuentra abatido, sin consuelo. Lloras y nada sucede, te derramas y nada acontece.

Oramos, ayunamos, pero solo escuchamos...ssshhh de Dios. Y nos preguntamos ¿porque? ¡Si no te he fallado. Estoy en obediencia, me santificó y sacrifico también!

Entonces ¿porque Dios no me habla, solo escucho silencio de los demás? ¿porque callan todos, especialmente, tu, ¡oh Dios! guardas silencio? Estamos en esa controversia en nuestro interior.

Somos muchos los que pasamos por el silencio de Dios o de alguien, y es como la gangrena que carcome la carne, porque te abate por dentro, al tratar de encontrar respuestas y no recibes ninguna contestación.

Hasta Jesús se sintió solo cuando dijo- ¿Porque me has desamparado? El peso fue tan grande, el sufrimiento que pasaba lo llevo a expresar su interior, no con mala intención, sino para que aprendiéramos a que a pesar de todo el cumplió con lo encomendado.

Al igual que El Señor Jesús pudo hacerlo, tu  puedes lograrlo también, si te lo propones. Recuerda...

¡el mapa de Dios no tiene limites... y espera por ti!

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EN EL SILENCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora