– Me dieron instrucciones para llamar. –¡Hola hermana! No tengo tanto tiempo y te pido que les hables con educación. Estoy secuestrada y piden $5,000 dólares por mi liberación. Tienes dos días.
– ¿Que!!!? —Dijo ella. – Yo te dije que era muy peligroso...y que pasó? – Gritaba ella. – Esta pendiente porque te estarán llamando – le dije con gran nerviosismo.
– Le daremos dos nombres y a estos tiene que ser el depósitos. – dijo unos de los secuestradores
– ¡No tengo esa cantidad, señor, comprenda, por favor! – Dijo mi hermana.
– ¡Tiene hasta mañana para hacer el deposito, sino nunca volverá a ver a su hermana!
– No te preocupes, flaca. – Decía el comandante. – Tú hermana hará el depósito y como no soy tan mal hombre son $5,000 dólares. Ya entramos en un acuerdo con sus familiares. Por eso tenemos un negociador porque yo pierdo el control cuando no me entienden– El lenguaje que utilizaron al expresarse las cambie por ética y respeto a Dios y a ustedes.
Al siguiente día le llamaron mi hermana y ella no tenía todo el dinero no mas $2,000 y fue donde comenzó mi pesadilla.
–¿Que crees tú...que soy un limosnero o quiere que la dejes para mí o te la mandé en pedacitos? – Gritaba aquel hombre.
Salio de la habitación. Unos de los secuestradores me dijo: - ¿Eres religiosa?
– Le respondí, no soy religiosa. –No vivo una religión sino una relación personal con Cristo.
Le hable acerca de Cristo, porque ese día jueves que fuimos secuestrados a eso de la 1:30 p.m y cuando nos encerraron en una casa me vieron orar dando gracias a Dios.
Creo que hacer esto marco la diferencia en aquel lugar ante aquellos captores de nuestra libertad.
– Trae a la flaca. – rispoto el comandante!
No niego a verme puesto piel de gallina, pero colabore en ir ya que si me resistía podían golpearme. Me sentaron en una silla de metal.
Había agua rociada al piso. Tres hombres me rodeaban, esperando la orden para golpearme. Tenían guantes negros puestos, unas cosas como para electrizarme, además de unos nudillos entre sus dedos, mientras el comandante hablaba con mi hermana.
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EN EL SILENCIO
SpiritualEN EL SILENCIO es una historia susurrada desde el alma, espíritu y corazón. Son esos escritos indecibles con palabras...pero escritos con lágrimas, acontecimientos inimaginables que pasan en la vida. Se trata en parte mi vida donde Dios me procesa...