Capítulo 7

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Anteriormente

Rodé los ojos y saqué el celular del bolsillo de mi short con fastidio.

La pantalla marcaba "1 nuevo mensaje"

Lo miré pretendiendo hacerle saber que no estaba interesada en leerlo, más sus ojos insistentes no me dejaron opción.

Suspiré y abrí la carpeta, para mi sorpresa, no era un mensaje de mis padres, sino, de mi mejor amiga, Alya.

"Maldición Char, toda la policía te está buscando. Tus padres están desesperados y ya tienen un abogado, quien se encargará de pudrir a tu novio en la cárcel. Más te vale aparecer luego y decir que no fue más que una locura. Es por el bien de ambos.

Con cariño, Aly".

Mi corazón dio bote y sentí como los puños de Mark se apretaban con nerviosismo. Esto no iba por buen camino.

Los nervios circularon por cada rincón de mi cuerpo a medida que mis ojos creían el mensaje interminable

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Los nervios circularon por cada rincón de mi cuerpo a medida que mis ojos creían el mensaje interminable.

Apreté mis ojos y agité sutilmente la cabeza. Suspiré y me levanté lo suficiente como para poder mirarlo directamente a los ojos.

El silencio parecía ser interminable, ni uno de los dos se atrevía a soltar las primeras palabras, por lo que no me dejaba opción que ser primera. Entreabrí mis labios con la finalización de ordenar mis ideas y decir algo, más no tuve tiempo.

—Estaremos bien —susurró llevando la cálida palma derecha de su mano, hasta mi mejilla.

A pesar de que tenía impreso el nerviosismo y el miedo en sus ojos, me transmitió esa sensación de confianza y de protección.

—Mark... —Musité ahogada, no en llanto, sino... en preocupación. Todo esto era un riesgo, sobre todo para él.

—Tranquila, se nos ocurrirá algo... —Su mano, cual descansaba en mi mejilla, se trasladó hasta mi nuca, zona donde hizo una suave presión, con el fin de acercar mi rostro al suyo y así poder besar mis labios apaciguadamente.

Creo que había olvidado la razón de porqué estábamos escondidos en una cabaña, lejos de la ciudad, más con el corto y preciso mensaje de texto, mis pies habían vuelto a pisar tierra.

Tenía miedo... Quizás no debí de haber armado tal escape, tal vez... hubiera sido mejor seguir con un romance oculto, viéndonos cada vez que sobraba el tiempo a escondidas.

—No quiero que nada te suceda, soy una estúpida —Arrastré mis palabras sobre sus labios.

Sonrió con ternura y me rodeó con sus brazos.

—Todo esto, todo lo que hiciste, me demuestra lo que sientes por mí... Estoy de acuerdo con que es una verdadera locura, pero... —Sonrió— Cuando la vida resulta injusta, las locuras son necesarias —Carcajeó con nostalgia.

Mi lugar eres tú©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora